Un día dos jóvenes se encontraron de camino a casa por casualidad, una casualidad muy bonita si le preguntas a cualquiera de los dos.
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❀ Contiene ocs (Mi oc como protagonista)
❀ Historia alg...
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Se encontraba durmiendo plácidamente en su cama, el invierno ya había llegado y el estar acurrucada en su cama entre sábanas gruesas era lo mejor que se podía desear. Tres de la mañana del 23 de diciembre del 2019 y la alarma de su teléfono celular comenzó a sonar, ¿por qué a su novio se le había ocurrido reservar su vuelo a las cinco de la mañana? Oh, cierto, para llegar a una buena hora que les permitiera tener el tiempo suficiente para desempacar y organizar sus cosas, si los cálculos de ambos habían sido correctos, suerte que se había tomado la molestia de organizar todo desde varios días antes, incluso dejó preparada la ropa con la que iría al aeropuerto, todo estaba pensando en hacer las cosas lo más fáciles posible.
Con frío, sueño y cansancio se levantó de su cama para vestirse, pues su novio no tardaba en ir a buscarla, se vistió, se lavó la cara, arregló su cabello y desayunó poco, después se sentó a esperar a su amado Kiyoomi, este llegó transcurrido un tiempo.
-¡Kiyoomi!~-exclamó para después abrazarlo.
-Hikaru.-correspondió al abrazo él, sonriendo suavemente y pasando su mano por sus cabellos.-Ven, es hora de irnos.
Y ayudándole a Hikaru a cargar su equipaje se fueron.
Tras un largo viaje llegaron a un bonito hotel en el que se hospedarían durante tres días. En su habitación había dos camas, una para cada quien, sobraba decir, eso significaba que tal vez no iban a dormir juntos, como fuera, pedir una habitación con una cama matrimonial ya no era una opción a esas alturas. Acomodaron todas sus pertenencias en los respectivos lugares para hacerlo, luego ella se acostó sobre una de las camas.
-Kiyoomi, tengo sueño, ¿podemos dormir un poco antes de comenzar a hacer cualquier cosa?-tenía sueño y estaba cansada, el despertarse demasiado temprano, el viaje y el frío habían provocado aquello.
-Claro que sí, sólo cambiémonos de ropa y tomemos un baño antes.
-Eh, ¿Y si nos bañamos juntos para ahorrar tiempo y poder descansar más los dos?-respondió ella, recostada desde la cama observándolo a él muy calmada.
Aquella proposición hizo sonrojar hasta las orejas al joven, cuando Hikaru se lo proponía, realmente podía hacerlo sentir con el corazón al mil.
-¿Qué cosas dices, Hikaru? Podemos tomar turnos y el tiempo nos alcanzaría perfectamente para descansar.
-Bueno, sí. No te preocupes, yo sólo lo decía porque quiero descansar y que descanses tú también, sólo eso. Báñate tú primero, yo voy después.-cerró los ojos, se giró y se cubrió con las sábanas.
Él fue a tomar una ducha de agua caliente y a cambiarse de ropa, regresó a la habitación encontrándose con Hikaru todavía dormida, se acercó a ella para darle un beso en la mejilla, luego en sus labios, la intención era despertarla de la manera más amable y dulce posible, ella solamente lo abrazó e intentaba hacer que se recostara con ella a su lado.
