Capítulo 04.

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Recién terminaban otro largo día de entrenamiento en el gimnasio de los Black Jackals, la temporada de partidos acababa de terminar hacía relativamente poco tiempo, junto con el pequeño tiempo de descanso que se les daba después de los mismos, aunque todo había terminado bastante bien era necesario que todo el equipo volviera a entrenar.

Kiyoomi ya estaba preparando sus cosas para irse rápidamente, pues había acordado con Hikaru pasar unas cuantas horas juntos.

Cuando todos sus amigos se despidieron de él, se retiró del lugar y se dirigió hacia la casa de la chica, donde lo estaba esperando.

—¡Hola!—exclamó al verlo para posteriormente hacer que se inclinara un poco para poder darle un beso en la mejilla, muy cerca de sus labios.—¿Cómo estás?, ¿cómo te fue hoy?—le preguntó alegremente.

—Hola.—quiso devolverle el saludo de la misma forma en que ella se lo había dado primero.—Me fue muy bien y ahora que estoy aquí contigo estoy más que bien.—le contestó de forma coqueta y alegre.

Esa respuesta hizo que la muchacha se sorprendiera y se sonrojara muchísimo, pues aunque estaba acostumbrada a la parte dulce y tierna del muchacho, todavía le seguían sorprendiendo ciertas cosas de él.

—M-me alegra mucho, pasa por favor.—se limitó a decirle al final.

Se pasaron todo el agradable rato que estuvieron juntos hablando sobre cosas que les habían pasado en sus trabajos y vida en general, además como era costumbre cuando invitaban al otro a quedarse en casa de uno de ellos, se dispusieron a cenar, hubieran querido hacer más, pero no pudieron por culpa del tiempo.

Kiyoomi no se cansaba de pensar que el tiempo que pasaba con Hikaru era hermoso, simplemente hermoso, acogedor, cómodo, como si lo abrazaran e hiciesen que todo lo malo en el mundo desapareciera por momentos quedando sólo ella y él juntos.

Los tiempos en los que ella tenía más trabajo de lo normal y no disponía de casi nada de tiempo libre se habían hecho presentes, esto él ya lo sabía muy bien, la quería hacer sentir mejor dándole un poco de su apoyo y ayuda, así que fue a buscarla a su casa.

Se limpió los pies y entró por completo a la casa de la joven con una olla de comida entre sus manos, esa sería la cena, luego le ayudaría a lavar los platos.

—Pasa, yo tengo que seguir trabajando, siéntate donde gustes.—le indicó para luego sentarse frente a su computadora portátil para seguir trabajando.

Él hizo lo que ella le dijo para proceder a dejar la olla de comida en la cocina, se lavó las manos y le ayudó en unas cuantas cosas respecto a la limpieza de su casa, luego tomó asiento en la misma mesa que ella para poder verla mientras trabajaba en silencio, quería estar con ella, pero tampoco la quería distraer, pasada una media hora el muchacho se levantó de su asiento para calentar la comida que le había llevado a la chica, se la sirvió en un tazón grande y le pidió que pusiera su computadora junto con sus documentos en otro lugar seguro para que pudiera cenar en paz. Terminando ambos su comida, Kiyoomi lavó los tazones en los que habían comido para después recoger el resto de vajilla sucia y hacer lo mismo.

Con el permiso de ella le ayudó a preparar su cama junto a su pijama para cuando fuera a dormir.

Así pasaron hasta las tres de la mañana del siguiente día: Ella trabajando arduamente para terminar con los estados financieros del fin de periodo y él haciéndole compañía, cuando terminó con todo guardó sus cosas donde debía ser para proceder a irse a su cama a dormir.

—Por favor, quédate a dormir conmigo.—lo tomó del brazo y le pidió con voz cansada, pero esperanzada.

—Sí, como quieras.—contestó él dulcemente.

Love and sweetness.「Kiyoomi Sakusa.」Место, где живут истории. Откройте их для себя