Capítulo 07.

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Se encontraba preparándose para salir, había pensado que era buena idea ya que tenía tiempo libre, además necesitaba ideas para saber que regalarle a Kiyoomi, los tulipanes rojos no eran una mala idea, pero necesitaba algo más, fue a recorrer distintos lugares para ver si algo le gustaba, después de un rato paseándose por la plaza comercial dió con una tienda en la que había lámparas, lámparas de todo tipo, en forma de distintos tipos de flores, de animales, hechas para habitaciones elegantes, de techo, entre muchas otras más, sin embargo la que más destacaba para ella era una que proyectaba el sistema solar en bonitos colores dorados, recordaba que Kiyoomi le había dicho que cuando era un niño tuvo una, pero que con el paso del tiempo dejó de funcionar sin poder tener arreglo, el tema del espacio exterior seguía gustandole así que de más no iba a estar si compraba aquella lámpara para él, también una en forma de flor para ella que aunque no proyectaba nada le parecía bonita y la quería para sí misma.

Con mucho cuidado había llevado con ella aquello que sería el regalo de Kiyoomi, junto con lo que compró también para sí hasta su hogar, salió después hacia una florería para comprar lo que le hacía falta, había decidido comprar una maceta con tulipanes rojos para que él también pudiera darse el lujo de tener de sus flores favoritas en casa, y si quisiera también podría plantarlos en su huerta. Cuando salió recordó que era necesario todavía encontrar algún buen envoltorio para sus regalos, así que fue también a un lugar para comprarlo.

Iba ya feliz en dirección a su departamento cuando recibió una llamada de un número que no tenía registrado en los contactos de su celular, decidió responder de todas formas.

—¿Hola?, ¿Sí? Diga.

—Hikaru, buenas tardes, ¿Podrías venir al gimnasio, por favor?

—¿Qué pasó, Miya? ¿Es algo malo?—interrogó reconociendo la voz de la otra persona al otro lado de la línea al instante.

—Sí... Bueno, tu novio se lastimó y tuvo que ir al hospital, te estoy esperando en el gimnasio para llevarte con él.

—¡¿Cómo?! Okay, voy para allá.

Volvió a su casa para dejar ahí el papel que había comprado con anterioridad, después se fue a donde le habían pedido que fuera, ¿Qué le habría pasado a Kiyoomi exactamente? Rogaba porque no fuese algo tan terrible.

Cuando llegó al hospital acompañada de Atsumu Miya se encontró con la imagen de su novio recostado sobre una cama, con un vendaje en uno de sus pies, este a su vez siendo elevado para una buena recuperación. Ella soltó un suspiro que no sabía si era por alivio porque no le había pasado algo tan grave a Kiyoomi o de pesar porque sabía que él odiaría tener que estar en ese estado durante posiblemente mucho tiempo.

—Hola, Kiyoomi, ¿cómo te encuentras ahora?—le preguntó a él con miedo a que no fuera realmente correcto hacerlo.

—Mal.—contestó él, estaba molesto, pero intentaba disimular un poco aunque fuera por ella.

—¿Te duele mucho?

—Sí.

—¿Quieres que te traiga algo? ¿Qué haga algo?

—Sí, necesito que te quedes aquí conmigo y no te vayas, por favor.—le pidió.

—Está bien.

Una vez hicieron que se fueran de la habitación todas las personas que estaban con ellos y se quedaron a solas, ella tomó una silla que estaba en el lugar para colocarla cerca de la cama donde estaba acostado Kiyoomi para sentarse, si iba a quedarse ahí mucho tiempo debía tener mínimo donde sentarse.

—¿Es una fractura o un esguince?

—Un esguince en segundo grado.

—¿Cuánto tiempo te dijeron que tardará en sanar aproximadamente?

Love and sweetness.「Kiyoomi Sakusa.」Where stories live. Discover now