Sparks Fly

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14 de agosto, 2018.

Te conocí quizás por coincidencia

Pero chico, ¿Por qué no sales de mi cabeza?

— El chico del cabello rizado —

—¿Entonces? Su hermano mayor no quiere que tengas algo romántico con su hermano menor... ¿Eso es lo que me estás diciendo? —Le pregunto a mi amiga mientras abro la botella de agua.

—Sí, es porque ha escuchado cosas no muy agradables de mí... ya sabes, llevo una vida extravagante para nuestra edad —Menciona Ana mirando la pantalla de su teléfono —Yo creo que es lo mejor, de esta manera evitaré algunos problemas.

Observo como estira sus brazos y lanza un largo suspiro. Me sorprende, pues Ana no es de las personas que se da por vencida a la primera, tampoco es de aquellas que renuncia con tanta facilidad, puedo intuir que de alguna forma le afecta lo que está pasando.

—Si ese es el caso, creo que lo mejor es seguir intentándolo, ¿no? El que persevera alcanza o al menos eso es lo que he escuchado —Digo mientras tiro mi cabello detrás de mis hombros —Además, no te había visto tan entusiasmada por alguien.

—El hermano habló personalmente conmigo, cree que le haré daño a su preciado hermano menor —Comenta tallándose la cara en señal de frustración.

¿Tan malo es? No puede proteger siempre a su hermano, alguna vez tendrán que romperle el corazón o cosas así...Quizás él tendrá sus razones. Pero para nosotros los adolescentes es fácil omitir este tipo de cosas y saltar al vacío, aun cuando eso implique llevarle la contraria a los mayores.

—Sabes Amelia, es que él es tan... lindo, es de esas personas que parecen tener un corazón tan dulce, es amable —Dice sonriendo —Me he visto un par de veces con Daniel, espero algún día tengas la oportunidad de conocerlo, de seguro se llevaran bien.

—Bueno, hace semanas que nuestro tema de conversación en los recreos gira alrededor del chico. Puedo intuir que es un buen sujeto, entonces como amiga bastará con observarlo para determinar y aprobar esa cualidad.

—Yo estoy segura de que se llevarán bien, como ya te he dicho, comparten ciertos gustos por series de televisión. A veces él me escribe sobre cosas que no entiendo y me toca buscar en internet —Dice riendo y negando con la cabeza tal cual persona enamorada —Otras veces logro entender sobre esos temas porque tú me hablas sobre ellos.

—Vaya, qué curioso —Menciono.

—Dímelo a mí ¿Quieres conocerlo en persona?, puedo decirle para salir uno de estos días.

—Sabes que no soy mucho de salir —Digo mientras arrugo mi nariz en señal de negación.

—Qué voy a hacer contigo mujer.

—Mantenerme como la buena amiga que eres y como recompensa por escucharte hablar sobre tus amores.

Ana niega nuevamente soltando una risa, misma que es interrumpida por el sonido de la campana. Lo que indica que el recreo ha iniciado.

—Ahora que recuerdo, los juegos inter colegiales empiezan hoy. Con suerte y podré verlo desde los asientos que están ubicadas en la parte de atrás. — Dice saliendo del aula. —Vamos, si no quieres conocerlo directamente, podrás verlo solo tú, sin necesidad de que te conozca.

—En una ciudad pequeña sabes que es poco probable que eso suceda, ¿verdad?

—¿Sobre?

—Quieras o no, en la mayoría de los casos siempre terminan sabiendo mínimo los nombres de las personas que conforman el círculo social —susurro, sabiendo que no me ha escuchado.

—¡¡Vamos, vamos!! De seguro ya llevan tiempo en las gradas.

Ana me hala del brazo y después de unos minutos ambas estamos sentadas debajo de un árbol comiendo una salchipapa con coca cola.

—¡Es él! Míralo disimuladamente Amelia —Chilla apretando mi antebrazo. —Sabes que no podemos disimular si tú estás pellizcándome y moviéndote demasiado —menciono moviendo sutilmente mi cabeza. —Tira para allá la esquina y contrólate, después seremos el centro de atención de él y sus amigos.

—Me está mirando, ¿verdad? —Dice de espaldas.

—Vaya, logró despertar el sentido arácnido en ti —Digo en tono de broma, mientras dirijo mi mirada hacia la infraestructura donde se encuentra un grupo de estudiantes de diferentes instituciones. —¿Quién es? —Pregunto.

—La vieja Inés —Responde tapándose la boca evitando reírse —Es el chico de lentes —Su respuesta no es de gran ayuda porque hay más de un estudiante que usa lentes, lo que me hace rodar los ojos.

—Es el chico de lentes —vuelve a repetir —el de cabello rizado, el que está en la esquina.

—Ya lo vi —respondo —está conversando con otros chicos y está de espaldas —menciono—retira lo del sentido arácnido, estás paranoica —Digo riendo —Bueno, quizás no lo estás porque se acaba de voltear.

—Te lo dije, él está mirándonos.

—Te está mirando —corrijo. 

Aquí el primer capítulo :3 

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