día de enero | joao felix

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el calor en buenos aires era infernal, por suerte nos quedaban tan solo muy pocos días en mi país natal antes de volver al frío de barcelona. más que nada porque yo debía volver a trabajar el primero de enero y joao debía volver a los entrenamientos, más cuando venían partidos importantes de cara a nuevo año, mostrando un desafio para él en el sentido de querer demostrar que merecía que compraran su pase.

sabía que él lo estaba dando todo para no volver a madrid. por mi parte tampoco quería que aquello sucediera, por más que la distancia no fuera enorme a mi me lastimaba el solo hecho de pensar en no tenerlo a mi lado.

volviendo a la actualidad, más allá del calor, nos permitimos recorrer las calles y algunos lugares emblematicos de buenos aires, el portugues estaba fascinado con conocer un poco de lo que era la tierra en la que naci y a mi me encantaba enseñarle una parte de mi que creía fundamental. podían sacarme de argentina pero nunca iban a lograr sacar argentina de mi.

— ¿qué decis si paramos un rato para merendar algo en alguna cafetería y después te sigo mostrando? podemos ir al rosedal más tarde — dije mientras lo observaba de costado con una sonrisa en mi rostro, nuestras manos iban unidas

— me parece una buena idea — respondió correspondiendo a mi mirada y en ese instante odié tener puestos lentes de sol, aquellos me impedian poder perderme en sus hermosos ojos

continuamos caminando un par de cuadras hasta que encontramos una cafetería bastante llena, algo obvio para un sábado por la tarde. nos sentamos dentro debido al calor y nos dispusimos a ordenar lo que queriamos comer.

— ¿sabes? me gustaría probar eso que toman ustedes los argentinos — dijo joao dejando el el menú a un lado

— ¿mate? las cafeterias no lo ofrecen pero cuando lleguemos a mi casa te preparo uno. te va a tener que gustar porque siempre estoy tomando — respondi con una sonrisa debido a que me parecía divertido que pensara que el mate podía conseguirse en una cafetería, tenía un largo trabajo por delante para argentinizarlo

— que lastima, bebere un café entonces

me dispuse a ordenar un exprimido de naranja y mientras esperabamos a que nos entregaran la comida me quede observandolo en silencio, me parecía muy fascinante que pudieramos estar tranquilos en público sin que nadie nos molestara por demas, algo que en españa se hacia mucho más complicado.

— ¿es que piensas? — me preguntó con una sonrisa cálida debido a mi intensa mirada sobre su rostro

— en la paz que siento al estar acá, que vos estés acá y que podamos salir a caminar por las calles tranquilos sin tener que estar escondiendonos todo el tiempo

si bien joao era reconocido en el país porque obviamente era un futbolista muy famoso el acoso no era el mismo, algunas personas se acercaban a pedirle fotos pero hasta ahí llegaban. realmente parecía importarle a la gente que él estaba viviendo su vida y que necesitaba privacidad.

— a mi también me gusta, será extraño cuando volvamos a españa y esten todo el rato encima nuestro

ante sus palabras hice una mueca, me gustaba verlo interactuar con fans y poder presenciar todo el cariño que recibía día a día pero a veces era demasiado o algunos se sobrepasaban, más que nada aquellos que lo odiaban.

aquel pensamiento me llevo a pensar en una posibilidad de nuestro futuro. él podria tener que volver a madrid y yo me iba a quedar en barcelona. mi corazón se encogió al instante.

— ¿crees que vas a tener que volver a madrid?

supe que mi pregunta lo tomó por sorpresa en el momento en el que abrió la boca pero nada salió de ella, era un tema que eventualmente íbamos a tener que charlar pero ninguno de los dos esperaba que sea tan pronto. a veces era mejor arrancar la cascarita de una.

— espero que no, soy feliz en barcelona. tengo a mis compañeros, algunos ya son amigos mios, me llevo de maravilla con mister y los aficionados me demuestran un gran cariño pero por sobre todo aquello te tengo a ti que eres lo más importante

— pero no depende de vos

era dificil caer en cuenta de aquello, joao podía manifestar su deseo de quedarse, de hecho lo hacia siempre en cada partido que marcaba. le demostraba a la afición y al mundo que él era realmente feliz barcelona.

la cuestión se concentraba en que el club debía estar contento con su rendimiento para comprar su pase y el atleti debia estar dispuesto a venderlo, algo que cada vez parecía más complicado.

— no pensemos en eso ahora, concentremonos en que estamos juntos de una vez por todas. lo demás ya vendra

mordiendome el labio inferior, tragandome de paso algunas palabras, asentí y extendi mi mano sobre la mesa para que el portugués la tomara.

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joaofelix70 vía instastory

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