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viajar con el equipo siempre me había parecido increible, como siempre decía me llevaba bien con todos y me hacian sentir como que eran mi familia, ayudaban a que no extrañara a la mia de sangre, pero desde la llegada de joao todo cambió, desde un momento a otro comence a sentirme más acompañada.
aquel sentimiento se incremento desde el momento en el que comenzamos a estar juntos, ambos de alguna forma, ya sea consciente o inconscientemente, buscábamos el contacto físico del otro en pleno público, ya sea rozarnos al pasar o manter una breve charla para luego despedirnos con un beso en la mejilla, alegándonos de que aquello se acostumbraba en argentina.
ese beso en la mejilla siempre me dejaba con ganas se volver a sentir sus labios, cosa que sucedía a menudo en espacios oscuros o la habitación de alguno de los dos. esto que llevabamos era en secreto y, aunque me gustaba la adrenalina de poder ser descubiertos en cualquier momento, deseaba con locura poder tomar su mano en público y gritar que lo amaba.
debía mantener mas que nunca mi concentración tanto en los entrenamientos como en los partidos, verlo transpirado, enojado o incluso concentrado me generaban demasiadas cosas que luego solucionabamos en mi casa.
aquello mismo estaba haciendo en valencia, al barcelona le tocaba jugar por la liga contra el valencia y de verdad necesitaban comenzar a retomar vuelo, algunas derrotas ponían en duda la continuidad del entrenador que tanto amaba la hinchada y los animos de muchos jugadores estaban por el piso, incluido el de joao, a quien intentaba animar a toda hora.
mientras grababa algunas jugadas, la hinchada y al banco de suplentes en mi cabeza debía repetirme que debia controlar mis impulsos y no subir absolutamente todo sobre el portugues, porque realmente si por mi fuera lo haría.
llegamos al comienzo de la segunda mitad del partido sin goles, aumentando un poco la ansiedad de los aficionados y por consiguiente la mia. aunque, como sucedía un poco últimamente, apareció joao para hacer un gol y mandar al barcelona en ventaja.
lo que sucedió despues fue lo que no me esperaba. confiaba lo suficiente en él para saber que si joao se lo proponía podía ser siempre el mejor jugador del equipo y en cierta parte me acostumbre a que me dedicara el gol que marcaba, esta vez tan solo no sucedió aquello, cosa que capaz no me hubiera molestado, sino que miró directamente a las gradas y en ese instante en las pantallas del estadio enfocaron a su novia, quien estaba con una sonrisa enorme y llevaba puesta su camiseta, la camiseta que deseaba yo usar.
mi corazon se paralizó por un segundo, sabiendo que debía mantenerme profesional continué filmando para luego subirlo a la historia. quería creer que él no se lo había dedicado a ella, que todo lo que me había dicho no habia sido mentira pero las voces de mi cabeza comenzaron a hablar cada vez más fuerte y realmente necesitaba irme del lugar.
luego de que todos los compañeros lo saludaran y felicitaran por el gol joao enfocó sus ojos en los mios ya sabiendo lo que acababa de suceder. los mios reflejaban tristeza al igual que los suyos, no quería que sea un quiebre en lo que estaba comenzando a surgir entre nosotros pero me estaba doliendo demasiado el corazón.
muy a mi pesar tuve que continuar con el resto del partido aguantando las lágrimas, donde lamentablemente nos empataron aumentando mi sensibilidad en el momento.
al finalizar el partido me dirigí directamente adentro del estadio, algo que no solía hacer porque siempre saludaba a algun que otro jugador para levantarle los ánimos o felicitarlo.
pude distinguir mientras caminaba que a joao le estaban haciendo una nota, tan solo que él no estaba para nada concentrado en la misma, sus ojos estaban enfocados en mi provocando que toda mi piel se erizara. hasta haciendome mal provocaba demasiadas cosas en mi.
me quede parada esperando a que los jugadores comenzaran a salir del vestuario para poder ir al micro y llegar finalmente a mi soledad, a llorar en paz, hasta que me interrumpió la llegada del portugués completamente agitado tan solo a los pocos segundos de que yo entrara.
— te juro que no es lo que ha parecido allí afuera vera — me dijo mirandome directo a los ojos, sabiendo lo mucho que me gustaban y lo bien que sabia leerlos
tan solo que en ese momento por más de que podia parecer que me estaba diciendo la verdad no podía creerle, no cuando continuaba prometiendo que la iba a dejar y no lo hacia.
quise responder, decir algo, pero las palabras estaban atoradas en mi garganta y parecían no querer salir. tampoco tuve el tiempo, de un momento a otro apareció una mujer para lanzarse a sus brazos, se trataba de margarida.
joao en ningun momento rompió el contacto visual pero tampoco hizo algo para alejarla, por mi parte tan solo me quedo asentir tragandome las lagrimas y comprender que una vez más estaba siendo dejada de lado, no estaba siendo elegida.
