Capítulo 17.

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Llevo cierto tiempo sin ver James desde que salimos aquella noche de cita.

Y como no hacerlo si prácticamente fue un desastre. Y no lo digo porque haya hecho el bobo en el restaurante, si no, porque al final de la noche sentí que quería decirme algo importante.

Tengo un fuerte presentimiento de que sabe de mis sentimientos por lo cual me rechazará.
Aún no estoy preparada para un rechazo, aún no.

Lo estuve evitando estos días, no salí de casa, al parecer mi falta de presencia causó que la curiosidad de Goo creciera y con ello venir casi todos los días a mí habitación para molestarme.

También viene James a preguntar por mí pero yo no lo dejo entrar en mi habitación, aún no quiero verlo.

Ayer mismo por la noche me suplicó algo triste que le abriera la puerta, eso fue raro ya que jamás pensé que escucharía a James en un estado "lamentable".

Por mucho que me gritara mi corazón que le abriera yo terminé escuchando a mi cabeza, lo ignoré mientras lloraba tapando mi rostro en mi almohada.

Mamá también está preocupada ya que quiere que salga, además ella quiere que me hable con James.

Pero ella no entiende lo mal que me siento cada vez que oigo su voz detrás de mi puerta, lo mal que acabaré frente de él cuando aclaremos las cosas y termine rechazando me.

Unos golpes suaves se escuchan, levanto la cabeza en dirección de la puerta, es mamá.

-- Cielo ¿Cómo te encuentras?

-- Sin más...

Desvío la mirada cuando veo que hace una mueca de reproche ante mi respuesta.

Pero es verdad, no se cómo quiere que esté.

Siento un peso en la cama, mamá se sentó a mí lado acariciando mi cabeza.

-- No se que habrá pasado aquella noche pero no quiero verte afectada por ello -- hizo una pausa suspirando al ver que no le hacía caso -- Mañana será tu primer día de clases, no te conviene presentarte con unas ojeras gigantes y oscuras.

Mamá se empezó a reír por su propio chiste, no pude reír con ella porque en mi cabeza una fuerte alarma empezó a sonar.

¡MAÑANA ES MI PRIMER DÍA DE CLASES!

¡¿En qué maldito momento pasó tan rápido el tiempo?!

Levantándome de manera rápida asustando a mi madre de paso, con rapidez tomo mi mochila para empezar a limpiarla ya que llevo sin tocarla desde que empezó el verano.
Encontré en ella un plátano pocho, con algo de asquito lo quité tirándolo en el suelo, después encontré un par de notitas en donde estaban mis conversaciones con mis amigas en clase dándome algo de nostalgia al leerlas.

Mi madre empezó a quejarse sobre mi falta de higiene pero es que nadie toca la mochila cuando empieza el verano, solo los locos hacen eso.

Después de quitar algo de basuritas de sacapuntas y discutir con mi madre al ver que había un bocadillo podrido sin ser comido pero es que junto lo hizo del sabor que menos me gusta.

-- Tienes que limpiar tu mochila, es un asco completo esa cosa -- señalo con asco mientras sacaba un sujetador -- Este no es tuyo, no es tu talla.

Al analizar con la mirada viéndolo recordé el porqué lo tenía, sin poder evitarlo empecé a reír.

-- Eso me lo regalaron el día de mi cumpleaños -- expliqué quitándole importancia.

-- ¿Y se puede saber quien te lo regaló?

•★𝐉𝐔𝐆𝐀𝐍𝐃𝐎★•Where stories live. Discover now