Mas allá de la muerte.

Capítulo 8~ ¿Engaños?

(quiero aclarar que estoy tratando de que la historia sea lo más apegada a la película posible. Pero, la escribo solamente cuando estoy muy triste. Hace mucho que no he estado triste, Más o menos desde que dejé de escribirla. Lo siento, espero poder lograr que aún la lean, ya que en su momento me dio mucha ilusión. No estoy triste, por lo que no tengo mucha inspiración, espero que sea un buen capítulo)

Víctor, aún asustado siguió su camino por el bosque.

A cada movimiento volteaba la cabeza a revisar, ése hombre lo seguía. Su sonrisa le causaba pavor a Van Dort, que hacía lo posible por huir de aquel terrible sujeto. Pedía mentalmente que no le lastimara, mientras empezaba a oír terribles susurros que provenían de ningún lugar.

Dio vuelta entre un montón de arbustos enormes, hasta que se encontró en un lugar bastante peculiar. Un camino que tenía a las orillas arbustos altos que estaban cubiertos por espinas.

Comenzó a caminar a través de aquel camino, luego a correr, pensando en que ése lugar lo había visto antes. Asustado, siguió escuchando los susurros que posiblemente eran causados por el hombre que lo seguía, así que pasó de caminar a correr por aquel camino.
Los incesantes susurros continuaban hasta el punto en que le era difícil a van Dort soportarlos. Entonces observó como llegaba al fin del camino, donde se encontraba aquel viejo roble donde él se había encontrado con Emily por primera vez. Todo aquello parecía haberlo vivido ya, por lo que seguía sintiéndose algo extrañado. Fue entonces, cuando escuchó a aquel hombre cerca de él, y por el susto cayó al piso para empezar a arrastrarse por el suelo. Entonces sintió como algo o alguien lo tomaba de su traje para levantarlo...

~En la tierra de los vivos...~

Victoria se encontraba observando a la ventana. Todo era confuso para ella en aquel momento, lentamente se veía a sí misma encerrada en un laberinto del cual era imposible escapar.

El doctor que atendía a Víctor había sido atento con ella, brindándole su amistad y apoyo desde el momento en que su marido ingresó al hospital.

Poco a poco las cosas se iban poniendo más y más difícil de afrontar, y con cada día perdía más la esperanza de que su marido regresara.

Sus padres le habían estado incitando a que buscara una forma de que Víctor nunca despertara, para que así ésta se encontrara un nuevo marido con más riquezas y poder, y que además de eso tuviera una apariencia más varonil y que cuidara a Victoria por el resto de su vida.

Pero para ella simplemente era imposible, porque por un lado, una parte de ella sabía que la idea no podía ser tan mala considerando que quizá Víctor esté sufriendo y por todos los problemas de aceptación familiar que habían tenido, pero por otro lado también le guardaba amor, lo que la hacía inclinarse más a favor de esa parte en la balanza, porque como dicen, el amor te deja ciego.

En ése momento escuchó como la puerta de su casa estaba siendo abierta, eran sus padres.

-Tenemos cosas importantes de las cuales hablar, Victoria.- Dijo el padre de Víctoria, con esa cara de pocos amigos que siempre tuvo.

-¿Padre? ¿Qué ocurre ahora?.-

El padre de Víctoria buscó un asiento y lo tomó para descansar después de haber caminado (realmente poco) a la casa de su joven hija.

-Comienzan a preocuparme los negocios de tu marido.- dijo mirando con cierto desconcierto a Víctoria.- No está él para que los atienda. No puede seguir esto así, alguien debe de encargarse de sus negocios.-