Mas allá de la muerte.

Capítulo 6~ Cuesta creer.

Volteé exaltado ante la extraña voz. Lentamente pero exaltado, asustado y un poco nervioso.

Miré a la extraña figura, Sonreí nervioso al darme cuenta de que era tan sólo Samanta.

-No deberías husmear en las cosas de Emily.- Dijo por lo bajo. quizá evitando a que Emily escuchase.

-Lo siento, sé que debió ser una descortesía.- Respondí apenado, dejando disimuladamente el libro en su lugar.

-Será mejor que vayas a con Emily si quieres evitar la sospecha. Ella está siento muy hospitalaria contigo. No está bien que abuses así de su amabilidad.-

Suspire. Tenía razón. No me arrepentía de leer nada de eso, más sabía perfectamente de lo incorrecto que podía ser hacer eso.

-¿Dónde está Emily?.- Pregunté tratando de mantener la sonrisa.

-Aún sigue paseando por ahí. Ni te diré en dónde está, sólo sal por ella.- Respondió con una pícara sonrisa formándose.

Sonreí amablemente mientras me reponía para salir de la habitación. La menor no dijo nada más que eso tampoco, sólo se apresuró un poco a salir del lugar. Ahí fue cuando surgió mi duda; ¿Cómo es que había entrado ella aquí?.

Los más probable es que Emily hubiese dejado la puerta abierta, al final de todo, en éste mundo no existe en crimen.

Al final solo proseguí a buscar a Emily. Comencé mi búsqueda con un par de agradables señoras de edad avanzada, las había visto saludar a Emily antes y podía ser que la hayan visto otra vez.

Me acerque a las damas, y con gentileza las saludé a las ancianas. Éstas me regalaron una sonrisa tierna mientras reían sin parar, parecían unas ancianas adorables.

-Señoras, vengo a hacerles una pregunta.- Sonreí y estire mi brazo hacia una de ellas de manera amistosa.

-¿que quieres preguntar, joven Víctor?.- Respondió en forma de pregunta la anciana mujer.

-Quería saber... ¿De casualidad no saben en dónde se encuentra Emily.- Pregunté de manera inocente mientras les dedicaba una sonrisa.

-Uhm...- La mujer se tocó su arrugada barbilla mientras pensaba.- Creo que sí... Ha venido a saludar y ha dicho algo sobre ir a recoger flores en el campo.-

-¿El campo, eh?.- Al instante lo relacioné con aquel joven que había estado con ella la otra vez.

-¡Emily no se equivocaba al decir que eras un joven distraído, Víctor!.- Dijo una de aquellas ancianas al verme pensando, ignorando totalmente su presencia.

Me disculpé con las mayores y pedí permiso para dirigirme a buscar a Emily. Me despedí y sólo me dirigí a aquel campo.

En el camino noté que la gente me saludaba, aun cuando sólo las había visto una o dos veces. Emily parecía haber hablado de mi con muchas personas, o era que se fijaban en cada detalle de cada persona.

Proseguí dándome unos giros en la cabeza para no olvidar que mi misión era encontrar a Emily. Así que seguí mi camino hasta ver a lo lejos la silueta esbelta de esa preciosa mujer.

Realmente esperaba verla con ese joven de la otra noche, más no era así. Simplemente bailaba y cantaba solitaria. Así que me acerqué con una sonrisa dibujada en mi rostro.

-Emily.- La llamé con delicadeza.

Emily volteó y sonrió sutilmente.

-Víctor, si has venido.- Murmuró.

Suspire y me acerqué a ella. Por un segundo un pensamiento rápido se cruzó por mi cabeza, lo que me llevó a pensar en una pregunta la cual salió de mis labios de manera tranquila, aunque no era la más apropiada.