En el club de River Plate, Zoe, una apasionada jugadora de hockey, choca con Felipe (Pipe) Otaño, un fanático del club. A pesar de un encuentro conflictivo, terminan desarrollando un vínculo especial que desafía sus percepciones.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Escuche golpes en la puerta de la habitación, por lo que me enderece en mi cama quedando sentado y más tarde observe a mi amigo, Simón, entrando y sentándose a mi lado.
- Todo bien Pipe?? - dijo agarrando mi hombro.
- Vos que pensas?? - dije sonriendo desganado.
- Escucha que te pasa?? podes ser sincero conmigo, acordate que podes confiar en mí -
- Zo, Zoe estaba con un chico - dije dejándome caer sobre el colchón nuevamente.
- Y vos pensas que ya se olvido de vos - dijo Simón y yo asentí.
- Bueno mira, eso no es así, Zoe te ama Pipe y todavía está enganchada con vos, además vos sabes que ella nunca te haría eso sabiendo que le quedo algo pendiente con vos - agregó el morocho.
- Pero algo me dice que esta con el -
- Pipe vos pensas cualquier cosa, porque no me haces caso y hablas con ella?? aclara tus dudas Pipe, la comunicación es muy importante y estaría bueno que lo hables porque capaz solucionan los problemas y vuelven a estar juntos - al escuchar eso me volví a sentar.
- No no se Simón, enserio que yo note algo en ellos -
- Na, vos sos imposible pipe, sos MUY terco, tenes que hacernos caso - el morocho respondió.
- Sese - dije vacilando y después de hablar un rato más Simón finalmente se fue.
- Nono, ni bola me dio el nene - pude escuchar desde mi habitación.
Capaz si tenia que hablar con ella, pero no se, algo me decía que.... ¿Ustedes me entienden?
ೃ⁀➷
Me estaba preparando para juntarme con Marti, ya que en unos pocos días ella se iba. Al llegar al restaurante pude ver a la morocha parada en la puerta de entrada, esperándome.
- Hola Piiii - dijo abrazándome con una sonrisa, gesto que yo le devolví.
Nos adentramos en el lugar y nos sentamos en una mesa de a dos, minutos más tardes ya nos encontrabamos viendo que pedir.
- Gordi, que te parece si pedimos una pizza de 4 porciones, es que no tengo mucha hambre - Martina habló.
- Me parece bien, 2 para vos y 2 para mi, yo tampoco tengo hambre - sonreí mirándola.
