Una rica hamburguesa deliciosa

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Al primer bocado, la fémina sintió el fino y delicioso sabor de la comida que en ese momento estaba sosteniendo con sus dos manos. Los múltiples condimentos que esa carne tenía, atrapados entre dos esponjosas y apetecibles rodajas de pan de sésamo, una explosión de sabores dio lugar dentro de la boca de la castaña, quién no podía hacer otra más que deleitarse con semejante obra de arte culinaria...

"Eh... Mary, hija... Relájate un poco, por favor, estás haciendo que me sienta incómodo"

Dijo el señor Schmidt interrumpiendo el momento de gloria que su hija estaba pasando. A lo cual, ella se dio cuenta de que se había emocionado de más

"Ah, lo siento, me he emocionado demasiado... Es que está muy buena"

Respondió la chica para seguidamente, darle un segundo bocado a su rica hamburguesa, tan buena... Y tan grasienta y mala para su salud... Comer hamburguesas era un placer que no siempre podía permitirse, eran contadas las veces que su padre la llevaba a comer en una de esas hamburgueserías locales. Y eso hacía que el momento fuese aún más especial para ella. Aunque, a decir verdad, últimamente el señor Schmidt comenzó a frecuentar más estos sitios junto a su familia. Tiempo después, el padre y sus dos hijos salieron del local para volver a su hogar. Estando ya en su casa, lo primero que hizo la castaña fue saltar encima de su cama y acostarse plácidamente en el colchón de esta misma. Sentía su estómago lleno de hamburguesita rica y sabrosa, y estaba más que satisfecha por ello... No obstante, al pensar en lo frecuente que se había vuelto para ella comer hamburguesas de locales de comida rápida en comparación a antes, una nueva duda curiosa e incierta se hizo presente en su cabeza...

Rápidamente, fue a dónde el baño y se posicionó justo encima de la báscula con la intención de ver cuánto pesaba... Grata fue su sorpresa, cuando se percató de que la báscula marcaba un peso de 150 libras (68 kg). Desconcertada, miró su abdomen y con su mano comenzó a apretarse un poco la barriga, notando que sí tenía algo de peso extra luego de tomar tantas hamburguesas

"Hm... Parece que he agarrado algunos kilitos de más..."

Comentó Mary comenzando a creer que su exceso de comida basura le había hecho mal a su cuerpo. Para comprobar si de verdad estaba gorda, fue con sus familiares para confirmar sus ideas

"Papá, Gerald, ¿Vosotros creéis que estoy gorda?"

Preguntó ella un poco apenada de tener que hacer una pregunta así. Jamás se imaginaría que tendría que preguntarle algo como eso a su padre y hermano

"¿Gorda? Mary, ¿Pero qué cosas dices? va, pero si tú eres guapísima. Muchas chicas de tu edad matarían por tener el cuerpo que tienes tú"

Respondió el señor Schmidt haciéndole ver a su hija que no tenía por qué preocuparse por esas cosas, pues ella ya era perfecta tal y como era

"Tiene razón, tú no estás gorda para nada, eres la chica más guapa de todo el pueblo, ¡Incluso me atrevería a decir del mundo!"

Exclamó Gerald con una confianza y seguridad absoluta en sus palabras. Estaba completamente convencido de lo que decía, su hermana, al menos para él, era la chica más guapa del mundo mundial...

Sin embargo, la joven todavía seguía con dudas. Obviamente su padre no iba a ser 100% sincero con ella si eso podía llegar a ofenderla, y debido a ello, Mary optó por salir a la calle para preguntarle a sus amigos su opinión al respecto...

Primero fue con sus dos mejores amigos de confianza: Jeremy y Michael. Uno padecía un posible autismo severo y el otro era un descerebrado, seguramente ellos le serían sinceros en sus respuestas.

Al encontrarlos, ambos estaban charlando casualmente, hablando sobre un asunto de cómics sin importancia...

"No lo entiendo, Jeremy, ¿Por qué Batman no mata a los criminales y ya está? ¿No se da cuenta de que, dejándolos vivos, lo único que consigue es hacer que estos puedan cometer aún más crímenes, cada uno peor que el anterior, sin miedo a ser asesinados?"

El multiverso de FNAF 2Where stories live. Discover now