Especial fin de año

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(Bueno, chicos, chicas, sillas y aviones... Ha llegado el día: es 31 de diciembre, y por lo tanto, es momento de hacer el... ESPECIAL FIN DE AÑO)

...

"Bueno... Este día se acaba el año... Y menudo año... Debo decir que hemos vivido muchos eventos juntos, y... A pesar de que hemos tenido nuestras dificultades, al final todo ha terminado con un buen sabor de boca, al menos desde mi punto de vista. No sé que nos tendrá preparado el siguiente año, quizás sea algo malo, o algo bueno, quién sabe..."

Comentó el pelirrubio observando junto a sus dos mejores amigos el atardecer. Ya eran las 6PM, y el sol, desde el horizonte, descendía lentamente, ocultándose poco a poco y por consecuente, oscureciendo el basto cielo azulado. Ya era 31 de diciembre, faltaban solo unas horas para que comenzase el siguiente año

"¿Y qué estamos esperando? ¡Vamos a terminar este año cómo es debido! ¡Venga! ¡Vamos!"

Exclamó la fémina del grupo con gran entusiasmo y emoción, levantándose con energía del banco en el que se encontraban sentados. No iba a quedarse ahí viendo como el sol se escondía en el horizonte, eso era aburrido... ¡Ella y su grupo tenían que hacer cosas divertidas! ¡Aprovechar que era fin de año para divertirse en la medida de lo posible!

"Bueno... No se le puede decir que no, ¿Verdad, Andrew?"

Dijo el castaño encogiéndose de hombros y levantándose de su sitio para seguirle el juego a su amiga y acompañarla en sus locuras. El tercer integrante, sin embargo, bufó algo de aire con cansancio antes de levantarse a regañadientes. Estaba cansado y no tenía ganas de hacer nada, pero eran sus amigos y no iba a dejarlos tirados así como así, ese no era su estilo...

...

"Bueno... ¿Me puedes repetir por cuarta vez consecutiva cual es tu objetivo con esto?"

Preguntó Andrew viendo con intimidación y asombro la enorme estupidez que su amiga estaba a punto de hacer

"Es muy simple, mi queridísimo amigo... Como verás, tengo estos cuatro cohetes artificiales comprados ilegalmente en el mercado negro pegados en mis dos brazos, son 2 cohetes por brazo. Si los enciendo, la potencia con la que saldré disparada será equivalente a la de los aviones. Cuando los encienda, me lanzaré en monopatín por esta rampa de aquí, y cuando llegue al otro lado, el impulso otorgado por los cohetes, fusionado con la gravedad, hará que salga disparada por los aires hasta una altura desconocida. Al estar en el aire, me quitaré los cohetes y pegaré un salto épico cinematográfico con voltereta aérea, mientras Evan me lanza una pelota de fútbol. Cuando esté a mi alcance, le daré una patada a la pelota que desviará su trayectoria y golpeará es botella de agua que hay ahí. Y finalmente, para acabar todo, caeré encima tuyo y me tendrás que agarrar con ambos brazos para amortiguar la caída y evitar que me mate... ¿Ya lo has entendido?"

Explicó la pelinegra siendo lo más clara posible en su explicación. Al escuchar semejante irresponsabilidad ilógica, el pelirrubio dudó seriamente en qué cosa responderle, pues le parecía algo ciertamente peligroso, y que por obvias razones, no debía llevarse a cabo bajo ningún concepto. Finalmente, y tras pensarlo mucho, el muchacho llegó a una conclusión...

"Bueno... Eso suena muy irresponsable y peligroso... Y podría llevarnos a... ¡NAH, ES EN BROMA, ASÍ QUE HAGÁMOSLO!"

...

"¡3, 2, 1...! ¡Ya!"

Habiendo escuchado ya la señal del Afton, la niña no perdió más el tiempo y encendió los cohetes. El impulso fue potentísimo, pero afortunadamente, le dio tiempo a reaccionar y consiguió inclinar los brazos para mantener el control de su trayectoria. Todo iba relativamente bien, llegó hasta el otro extremo de la rampa y salió disparada por los aires, ahora era el momento de despegarse los cohetes de los brazos... Y bueno... Digamos que aquí fue donde las cosas se torcieron

El multiverso de FNAF 2Où les histoires vivent. Découvrez maintenant