El nacimiento del peor de todos los males

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Oscuridad.

Eso era lo único que podía ver aquel ente: Oscuridad. Una oscuridad tan vil y absoluta, como la maldad de la que estaba conformado ese ser vivo y consciente. Nacido en las profundidades del subconsciente de un pobre niño lastimado y, hasta cierto punto, malvado, ese monstruo carecía de toda humanidad posible. Más que ser un ser vivo, era un concepto, una idea. Todos los males posibles que podía sufrir una persona, todo el dolor capaz de ser sentido por un ser humano, concentrado en una misma entidad. No tenía alma, no tenía corazón, era simple y llanamente: Agonía. Pero a pesar de todo, la entidad todavía no era lo suficientemente fuerte como para interferir en el mundo de los mortales. Su débil estado, causado por el hecho de ser poco más que un puñado de emociones negativas mezcladas con una pizca de maldad, lo obligaba a mantenerse encerrado en una prisión mental de la cual no podía salir, al menos por el momento.

Con el tiempo, aquellas emociones negativas fueron haciéndose más y más poderosas e intensas. Y con ello, el poder del ente se hacía cada vez más grande. Al principio no tenía ni tan siquiera una mísera apariencia. Pero gracias al poder obtenido gracias al sufrimiento de aquel niño, el ente fue creándose un cuerpo propio. Al tratarse de un ser abstracto, él tenía vía libre para elegir con qué apariencia quería verse, y al final, eligió la de un hombre adulto joven de más o menos 25 años de edad, alto, de aspecto humanoide con un cuerpo parecido al de una persona normal, pero con una cara que parecía sacada del círculo más profundo del averno...

Su ropa era de un tono morado fuerte, al igual que su piel. No tenía pelos ni ojos, en su lugar, tenía dos enormes cuencas negras y vacías. Pero lo peor de todo era su sonrisa... Una sonrisa inhumana e imposible que denotaba la naturaleza sobrenatural de aquel ser vivo inorgánico e infernal. Con el pasar de los días, no solo fue obteniendo más y más poder gracias a las emociones negativas, sino que también obtuvo parte de los conocimientos y memorias del mismo sujeto que lo creó.

Aprendió a hablar, aprendió sobre la vida, sobre los seres humanos, y sobre cómo era el mundo...

Del mismo modo, también aprendió que su creador no era más que un simple niño muy joven, el cual, tenía serias complicaciones tanto en casa como en la escuela, mismas que lo llevaron a sentir un dolor y rabia inconmensurable. Su nombre era William Afton, era británico, su papá murió en la guerra y su padrastro lo golpeaba constantemente. Hasta que finalmente, y tras ya varios días desarrollándose en el interior de la mente de aquel niño, la criatura consiguió el suficiente poder como para acceder al plano terrenal de los mortales, aunque sea de manera ínfima y con restricciones grandes en el proceso. Y lo primero que vio nada más llegar al mundo, fue una luz al final de un supuesto túnel. Una ojeada rápida a su alrededor le hizo ver que ese lugar no era un túnel, sino un callejón oscuro, sucio y lúgubre. Adaptándose aún al nuevo plano, la criatura, que decidió apodarse a sí misma "Vincent", caminó hacia la luz solo para encontrarse con su propio creador. William, por obvias razones, se quedó helado al ver a aquella cosa frente a él, sintiendo un miedo y desesperación simplemente inabarcable. Al desprender tal emoción negativa en el ambiente, Vincent sintió esa sensación tan placentera y dulce... Todo ese miedo estaba siendo absorbido por él, y... Se sentía tan maravilloso...

Fue desde ese momento que el ente desarrolló un único propósito en su existencia: Necesitaba más emociones negativas para así sentir otra vez esa sensación de satisfacción. Aunque, de igual forma, le gustase o no la sensación, debía de hacerlo para garantizar su supervivencia. Después de todo, el odio y el dolor no duran para siempre. Y para la fortuna de Vincent, delante suyo se encontraba un buen suministro de emociones, que le permitiría mantenerse vivo por años y años sin parar...

William era la clave para la inmortalidad. Era alguien muy joven y fácilmente manipulable, que podría ser usado a su antojo y placer. Lo iba a manipular, a controlar mentalmente sin que se diese cuenta. Jugaría con él de tal forma, que al final conseguiría no solo obtener su agonía, sino la de decenas de personas. Generaría caos y dolor por el mundo, y lo haría utilizando a su propio creador como una marioneta. Desafortunadamente, aún era demasiado débil, y todavía no podía intervenir del todo con el mundo a su alrededor, pues para la gente, Vincent no era más que un amigo IMAGINARIO de William, incapaz de ser visto y tocado por cualquier otra persona... Pero eso tenía solución. El ente de dolor y sufrimiento convertiría a ese niño en el peor ser humano de toda la historia, lo obligaría a cometer crímenes atroces con tal de alimentarse con la agonía de aquellas víctimas inocentes, y, eventualmente, ganaría el suficiente poder como para intervenir él mismo en la vida de los demás...

Todo estaba meticulosamente pensado e ideado, era un plan sin fisuras. Una estrategia sin errores...

... (1985)

Y lo logró... Tras muchas manipulaciones psicológicas, la marioneta de Vincent finalmente hizo lo que su propia creación tanto quería. 6 niños fueron secuestrados y asesinados en el local de Freddy's. Su agonía, su sufrimiento, su dolor... Gran parte de eso se trasladó a los animatrónicos, quienes fueron poseídos por las almas en pena de aquellos niños indefensos... No obstante, una gran parte quedó derramada en el pozo de pelotas que tenía el local. Algunas de las pelotas de plástico comenzaron a brillar, señal de que habían quedado embrujadas con éxito. Vincent notó esto, y con su sonrisa inhumana tallada en el rostro, se acercó a la piscina y se sumergió de lleno...

Los gritos desesperados de aquellas pobres criaturas resonaron en su cabeza una y otra vez. En un bucle que parecía no tener fin, pero poco o nada le importó. De hecho, para él era hasta placentero escuchar esos chillidos infantiles y agudos. Lentamente, toda la agonía almacenada en aquel pozo, comenzó a fusionarse con la entidad. Y Vincent pudo sentir la mejor sensación del mundo recorriendo todo su cuerpo... Esa agonía era maravillosa y exquisita. De repente, las bolas a su alrededor comenzaron a moverse. Él las estaba moviendo con su cuerpo, ¡Su cuerpo ahora era tangible! Lo estaba logrando, estaba volviéndose un ser físico. Continuó con su cometido, absorbió más y más agonía, haciéndose cada vez más fuerte. De repente, una intensa luz morada emergió de las profundidades más recónditas de aquella piscina de bolas, acompañada por una estremecedora risa que parecía provenir del demonios más malvado de todo el infierno. El local entero se estremeció, como si un potente terremoto estuviese sacudiéndolo violentamente, hasta que finalmente, todo se detuvo de un momento a otro. Ahora el lugar estaba sumido en un profundo silencio, que fue interrumpido cuando el sonido de las pelotas de plástico chocando las unas con las otras resonó por todo el comedor. Un brazo humanoide de color negro hecho de lo que parecía ser carne putrefacta salió del pozo, y en segundos, la figura de un conejo humanoide emergió de la piscina con una triunfante sonrisa de satisfacción. La criatura dio unos pasos, admirando todo el lugar como un niño pequeño, y tocando cada cosa que estaba a su disposición, comprobando así que efectivamente, ahora era un ser físico. Lo había conseguido, se había convertido en algo REAL, en un ser vivo capaz de interactuar con su entorno y que ya no dependía de nada ni nadie para cometer sus fechorías.

Ese día, el nombre de Vincent quedó en segundo lugar, pues el nombre de aquella monstruosidad ahora era uno completamente diferente...

"Yo soy... ¡The Agony!"

...

(Noche del 26 de junio de 1985: Vincent finalmente logra su cometido y nace The Agony. Siendo este considerado por muchos como... "el nacimiento del peor de todos los males"...)

El multiverso de FNAF 2Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang