Sepulcro

Capítulo 20

Fiorella

Estoy muerta de los nervios mientras sostengo el brazo de Fabiano. Estamos a punto de entrar a la casa del señor Sergei, según Fabiano y Jeremy todos se están quedando aquí.

No voy a negar que estoy muy aterrorizada, creo que es más de lo angustiada que he estado. ¿Y si ya no soy bienvenida a estar a su lado?

—Tranquila amore— me dice Adriano con una pequeña sonrisa— No hay forma de que tus amigos se molesten contigo de por vida o que te rechacen— viéndome con mucho cariño, añade— Serian unos completos idiotas si lo hacen.

—Una mala mirada en tu dirección y le clavo mi navaja a alguien— asegura Svetlana, el pobre Fabiano la ve horrorizado por sus palabras mientras que Jeremy niega con la cabeza.

Me sorprendió que no dudarán en mi petición de acompañarme a enfrentar todo esto, pero me alegro de habérselos pedido.

—Vamos pequeña— dice Fabiano mientras abre la puerta.
Al entrar al hogar lujoso del señor Sergei los primeros en vernos son Jennifer y Diff. La primera me ve de forma sorprendida y el grandote solo sonríe.

—¡Maximiliam!— grita la pelinegra viéndome— Tenemos visitas— trago el nudo que se forma en mi garganta.

—Todo estará bien— me articula con los labios el grandote.

Se escuchan unos pasos provenir del pasillo que se encuentra detrás de los chicos, el señor Sergei sale primero.

—Parece que algunas caras nuevas quieren cenar con nosotros— dice viéndome con seriedad.

Un destello de cabello rubio entra en mi visión periférica, me tenso al verlo después del enfrentamiento que tuvimos la ultima vez. Nicholas abre los ojos a más no poder cuando me ve.

—Venimos a dejar los puntos claros—  dice Svetlana con voz mortal. Ignoro sus palabras, de hecho ignoro a todos en la sala cuando lo veo.
Maximiliam entra en el lugar vestido con su típico traje negro, solo que no lleva corbata, su mano enguantada como siempre, pero un nuevo detalle me captura por completo.

A sus espaldas carga un pequeño bulto, algo como…

—¿Ese es un bebé?— pregunto en voz alta. Las miradas de Adriano y Svetlana se dirigen en la dirección en la que estoy enfocada.

Nadie dice nada, todos me observan. Maximiliam me observa con una mirada que conozco muy bien, es la que me dedicaba siempre que quería compartir algo importante de su vida conmigo.

¿Es su hijo? Tuvo un bebé durante el tiempo que no estaba. Madonna Santa la idea de que comparta esa clase de vínculo con alguien más me mata.

—Jennifer— llama con su voz profunda—Toma al pequeño y llevártelo a mi habitación— la pelinegra toma a Diff de la mano y juntos se encagan de llevarse al bebé. Ambos están de espaldas hacia mí, así que no puedo ver nada—Todos los demás, excepto la Emperatriz pueden irse a la mierda— el señor Sergei y Jeremy ríen ante sus palabras mientras que los rusos lo ven con miradas de muerte.

—Ni creas que voy a obedecerte— le dice Svetlana viéndolo fijamente, Maximiliam le sostiene la mirada igual. Pasan unos minutos hasta que la rusa suelta un suspiro— Voy por un trago, ¿O no tienen?— pregunta.

—Para ti, lo que desees— le dice el señor Sergei. Ella lo sigue junto a Jeremy y Fabiano quien antes de irse me da un apretón en la mano.

—¿Estas segura amore?— pregunta Adriano colocando un mechón de cabello tras mi oreja.

—A esto vine — le aseguro. El ruso asiente y pasa junto a Maximiliam para seguir a su tía, no me pasa desapercibido las palabras en voz baja que le dice Maximiliam, pero no logro distinguir cuales son.
Solo quedamos los dos en el lugar, el primero en irse fue Nicholas. No me sorprende.