Capítulo 4

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Presente

La lluvia cae muy lentamente, las gotas que bajan por la ventana del automóvil me recuerdan a las lágrimas, lágrimas que nunca en mi vida he derramado. ¿Qué se sentirá llorar? Nunca lo he hecho.

Las personas que son lo bastante cercanas a mí, dicen que soy incapaz de sentir, soy una persona vacía y sin emociones. Aveces lo creo, pero regreso al pasado y viéndolo bien, están equivocados.

Amé mucho a una persona, odié aún más a otra. Mi vida pasada estaba repleta de emociones, la peor que viví fue cuando lo perdí todo.

Mientras el coche se estaciona en el lugar al que llamo hogar, observo detenidamente mi alrededor. Lo tengo todo, lo que nunca creí lograr, lo he conseguido. Observo hacia el cielo, la lluvia ya ha disminuido, dejando solo una pequeña brisa.

Lo que una vez te prometí, lo he conseguido mi esperanza. Pienso mientras miro las nubes que cubren el paisaje, Pero ya no estás aquí para verlo.

Estoy un poco, digamos que nostálgico, desde que recibí las noticias hace unas semanas, mi humor no es el mejor. Mis hombres pueden dar Fe a mis palabras, me he comportado de la mierda con ellos. Aunque no es algo de sorprenderse.

Mientras entro en mi casa, Jeremy se acerca en mi dirección, se le ve algo agitado.

—Señor— dice con un movimiento de la cabeza.

—Habla ya, ¿Por qué traes esa cara?— pregunto aburrido, estoy cansado, solo quiero perderme en mis recuerdos miserables.

—Tenemos algunas noticias para usted— su voz junto a su expresión, me dicen que no es nada bueno.

Desde hace unos días que recibí la noticia por parte de los investigadores que contraté para dar con el paradero de la persona que he estado buscando desde hace años, no estoy nada bien. Enterarme de su muerte me tiene devastado, nunca creí que cuando volviera a encontrar a mi esperanza, ya seria demasiado tarde.

—Nada puede ser peor que la última— digo con una sonrisa sin humor—¿Qué sucede ahora?— Jeremy parece a punto de tener un infarto, para los treinta y tantos años que tiene, parece aún más joven. Es él único en quien confío tanto, como para ponerlo al cargo de toda mi seguridad, aunque no es mucho su trabajo, su deber es protegerme únicamente a mí.

—Los investigadores tienen más información— dice lentamente—Al parecer descubrieron algo muy importante, tienes que ir a tu despacho lo antes posible.

¿Información nueva? ¿Ahora qué? Todo lo que quería saber, ya lo sé, no hay nada más que me importe. Mi esperanza era lo único que me importaba.

Mi mente desprende su imagen, Por Dios, era tan hermosa, tan dulce e irreal. Su cabello largo y alborotado, recuerdo que cuando éramos jóvenes, me encantaba peinarlo.

—¿Por qué siempre quieres peinarme?— me pregunta con una sonrisa divertida.

—Siempre lo llevas todo enmarañado— le digo encogiendome de hombros—Además me encanta cuidarte— mi pequeña esperanza no dice nada, solo niega con la cabeza y me abraza fuerte.

Los recuerdos son tan claros, es como si todo eso ocurrió ayer, pero no, la realidad es que han pasado décadas y ahora todo está perdido.

—No necesito nada más de ellos— le digo pasando a su lado en dirección a mi habitación— Lo que quería de ellos ya lo obtuve, no me interesa Jeremy— soy firme, sin detenerme a escuchar su respuesta continúo mi camino.

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