Sepulcro

Capitulo XLII

Mientras Maximiliam trataba de hacer que Fiorella confesara quien la lastimó, en la mansión de los jardines blancos una muy disgustada Lucrecia planeaba su próximo Sepulcro.

¿Cómo era posible que su único amor amara a alguien que no fuera ella?. Su mente estaba completamente nublada por el deseo de desaparecer a Fiorella.

Luego de que la corriera de la mansión le exigió a Nicholas dejar esos estúpidos sentimientos erróneos que creía sentir, Es una completa equivocación tu sentir por esa mujer, fue lo que le dijo. Nicholas se encontraba completamente al borde, la mujer por la cual está obsesionado se casará con su hermano, también las palabras y la manera en que lo defendía le hicieron ver que realmente está enamorada del maldito de Maximiliam.

Es aquí donde decide actuar de manera drástica. Decide irse de la mansión para pensar muy bien lo que quiere hacer, necesita planearlo muy bien, paso a pasó, se recuerda.

Lucrecia y Nicholas tienen planes completamente diferentes para Maximiliam y Fiorella, pero ambos con un mismo objetivo, separarlos.

Lucrecia quiere deshacerse de la italiana por atreveserse a separarla de su amor, cuando perdió a su hijo se juró eliminar a quien sea con tal de proteger su amor, ahora que tiene el objetivo, solo falta llevarlo al fin.

Nicholas por su parte, traza muy bien las líneas del mapa que debe seguir para tener a Fiorella solo para él, no permitirá que su hermano se quede con lo que él tanto anhela, por segunda vez.

Quienes se encuentran ajenos a todo los sucesos de la mansión de los Telnaster son Sergei, Jennifer y Diff. Los dos últimos siguen en su burbuja de amor, ella contándole el pequeño tur que hará con la futura novia en las Vegas, mientras que Diff solo reza para que no vayan a un club de strippers, la sola idea lo pone muerto de celos, pero conociendo al Zorro es obvio que él tampoco permitirá que su prometida esté rodeada de hombres semi desnudos, sus celos son peores que los de él.

El sabio Irlandés se encuentra en el departamento que ocupa cuando está de visita en Canadá, mientras toma un trago de whisky, saca el reloj de bolsillo antiguo, su objeto más preciado, ni la enorme fortuna que posee es comparada con el valor que representa ese reloj, ¿El motivo? Es sencillo, fue un regalo del amor de su vida, sabe con certeza que nunca será correspondido, pero se mantiene fuerte por él, aunque su corazón sangre cada vez que lo ve feliz de la mano de su esposa.

Sabe que ella lo hace feliz, le brinda el amor que él tanto desearía brindarle, cuando piensa en la pequeña que posee los hermosos ojos de su padre, un enorme instinto de protección cubre su cuerpo, se juró siempre protegerla. En aquel sillón de aquel departamento Sergei brindaba con lo último que quedaba de su trago, en una mano sostenía el vaso y en la otra el reloj, el cual en su interior posee una fotografía de Dominic Telnaster, su único y verdadero amor.

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Dos días, dos días han pasado desde que Maximiliam ha estado observando de cerca a su familia, sus miles de intentos por sacarle la verdad a Fiorella del porqué su brazo se encontraba lastimado fueron en vano, ella le juraba y juraba que fue que se golpeo con la puerta de la cocina de la mansión. La verdad era otra, pero ella no quería que su Maxi entrara en una contienda con su familia.

Maximiliam lo dejo estar, ama demasiado a su mujer para querer discutir con ella, así que en su lugar obligó a Jennifer a continuar con sus servicios en la mansión para que descubriera la verdad, la pelinegra no quería continuar ahí desde que supo que Fiorella había renunciado. Bueno eso fue lo que la pequeña chef les había hecho creer a los demás, les dijo lo mismo que a la pequeña Ana, el inicio de sus clases universitarias la tendría muy ocupada, gran mentira, la realidad era otra.

El zorro es astuto, sabe que su mujer oculta algo y pronto lo descubrirá, tan pronto como termine de vomitar.

-¿En serio, hijo que te sucede?- le pregunta un Sergei preocupado, ambos están en la oficina de Maximiliam, el Irlandés le pidió reunirse con él para discutir los últimos detalles sobre su búsqueda del Petrucci que hace falta.

-Me siento de la mierda- le dice regresando a sentarse en su escritorio-Desde que llegamos de México, me he sentido de la mierda- sostiene su cabeza, peina sus cabellos blancos hacia atrás, no sabe si es migraña o que, pero los dolores en su cabeza lo han estado molestando, tanto, que hasta sus demonios han estado callados porque el cuerpo de Maximiliam ha estado bastante cansado en los últimos días.

-¿Crees que algo que comieron en México les hizo daño?- sugiere Sergei- O pueda ser el cambio de clima.

-No creo que sea algo de eso- toma un sorbo de la botella con agua que Jessica le trajo- Si fuera así, Fiorella estaría igual y te puedo asegurar que ella está más radiante que nunca- sonríe un poco ante la imagen de su corderito de esta mañana, toda luz y colores mientras le preparaba algo de té, que ella odia, pero sabe que a él le encanta.

-Sea lo que sea, te sugiero que te tomes algo y pronto- Sergei suelta un suspiro- Hace unos días uno de mis hombres logró dar con el paradero de un ex trabajador de los Petrucci, él desconocía de los negocios ilegales en los que trabajan, pero si proporcionó algo de utilidad- Maximiliam con el estómago aún revuelto y con ganas de vomitar otra vez lo observa impaciente.

-Habla de una vez maldito viejo- le grita mientras siente que el té de su prometida se le sube por la garganta, Sergei niega divertido, desde que lo conoció cuando apenas era un adolescente, sabe muy bien como es su carácter, pero se preocupa por él, por los tres, cuando salieron de la Fosa, sabía que serían leales los unos con los otros, él perfectamente aprecia ese valor, la lealtad no la puedes comprar, la debes ganar.

-Él sobreviviente de la masacre a los Petrucci está vivo y aquí en el país- dice lentamente, el Zorro pone los ojos en blanco.

-Eso ya lo sabíamos, dime algo más y rápido, que lo único que quiero es irme a mi casa- Y que Fiorella nos mime, piensa en su cabeza.

-Estábamos equivocados, no es un él, es ella, el último Petrucci que queda es una mujer.

Con eso el pobre Maximiliam se desmaya, pero no por la noticia, sino por su estado, el viejo Irlandés llama a su asistente y le pide que traiga a su doctor, no permitirá que el cabezota de su hijo, siga así, necesita cuidar de su salud.

Mientras Sergei espera la llegada del médico, Lucrecia recibe a un invitado importante para su Sepulcro.

Tiene todo perfectamente calculado, le pide a Jennifer que lo dirija a su biblioteca.

-Por favor que nadie nos interrumpa- le dice cerrándole la puerta en la cara a la pelinegra, ella maldice por lo bajo, no podrá escuchar nada, la maldita biblioteca esta insonorizada, cabreada da la vuelta y se pierde para comentarle a su hombre sobre la llegada de esta persona.

En la biblioteca, Lucrecia toma asiento y ofrece lo mismo a su invitado, el hombre de traje elegante y de cabello oscuro con algunas canas apenas visibles.

-¿Todo está listo?- pregunta la mujer algo emocionada, disfruta mucho de sus sepulcros.

-Está todo de la manera en la que lo solicitó, solo debe decirnos la hora y la fecha para proceder- dice con voz profunda el hombre.

Lucrecia con una sonrisa malévola disfruta de sus planes, sabe que es solo cuestión de días para que pueda estar de nuevo todo en su lugar y en su balance perfecto.

Nicholas sonríe de la misma manera, mientras observa a su pequeña prima.

-¿Entonces Fio vendrá de visita?- pregunta la pequeña emocionada, hace días no la ve y para ella es como si llevara semanas sin verla, desde luego, siempre la miraba en su casa es lógico que la extrañe.

-Así es Anastasia, ella vendrá a vernos y pasar tiempo con nosotros- emocionada e inocente a los macabros planes de su primo la niña se va emocionada a contarle a sus padres que su mejor amiga vendrá a verlos.

Pronto un nuevo Sepulcro se acerca, los Telnaster están en su auge con los planes, se desatará un caos que nadie espera, las traiciones se revelarán, ¿Quiénes serán sepultados ahora?

Besos en el poto 💋