Capítulo 07

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Actualidad.

—Clarisse —llama mi papá. La susodicha, a mi lado, gira su rostro en dirección a su marido—, ¿ya están listas?

—Sí, ya bajamos —responde ella.

Papá no responde, satisfecho con su respuesta; y mamá gira nuevamente en dirección mía. Está bonita, he de reconocer: vestido color crema largo, cabello recogido en un alto moño, suave maquillaje, y unas lindas y sencillas sandalias negras.

Estamos por ir al Baby Shawer de la señora Claudietta. Son las seis de la tarde, el clima se puso más caluroso en comparación a los últimos, razón por la cuál la embarazada decidió que el día de hoy sería perfecto para hacer su fiestita de pre-mamá.

Yo me decidí por unos pantalones largos de mezclilla, y un top del mismo color que el vestido de mi mamá; unas sandalias blancas con un pequeño taco, y el cabello suelto.

—¿Segura que no te maquillarás, Karol?

—Me puse labial. No necesito más —me encojo de hombros—. Vamos con papá, que se va impacientar.

La tomo de la mano y salimos rumbo al auto. Como pensé, papá ya se encuentra detrás del volante, Nahuel detrás de papá en los asientos traseros.

Mamá toma lugar al lado de su esposo, yo al de mi prometido.

—Estás hermosa —le sonríe papá a mamá, antes de estirarse hacia ella y dejar un casto beso en sus labios. Mamá sonríe.

—Gracias —contesta con timidez.

La cálida sonrisa no abandona la expresión de papá en todo el camino. La mano de mamá no abandona la rodilla de papá.

Nahuel, por otra parte, me mira de arriba a abajo y me dice:

—Hermosa.

Sonrío por comodidad y tomo asiento a su lado.

El corto camino del hogar a la casa de la señora Claudietta es rodeado por un silencio cómodo, y a la vez roto por una melodiosa música reproducida por la radio local.

Nahuel se me acerca, toma mi mano con la lejana de las suyas, y con la más próxima me abraza por los hombros. Yo me dejo y sonrío.

No puedo detener la inevitable dirección de mi mirada: las manos de mis padres. De la misma manera, me hes inevitable el pensamiento <<¿Esa seré yo en unos cuantos años? ¿Ese será mi futuro? ¿Estoy destinada a ser como ella, como mi mamá?>>

Con extrañidad y pesar, admito para mis adentros que la idea no me emociona ni me agrada. No es lo que quiero, pero es lo que debería de querer.

Pero, entonces, la pregunta surge en mí: ¿Qué quiero entonces?

—Llegamos —avisa de buen humor papá, estacionado el auto en paralelo.

La primera en bajar del vehículo soy yo. Como si abandonando el auto de mi padre abandonara mis pensamientos de dudosa moral. Decido dejar de pensar en eso en cuanto Nahuel rodea el auto, para posteriormente rodear mi mano con la suya.

En la entrada de la casa, se encuentra la futura mamá, esperándonos.

—¡Hola Clarisse, Tom! —saluda entusiasmada la señora Claudietta, la embarazada de ocho meses.

Mis padres la saludan de un beso en la mejilla. Y es entonces cuando su mirada dulce y gentil recae en mí y mi prometido.

—Karol, un gusto como siempre querida... y, eh, ¿Anhuel?

—Nahuel —corrige él, con una tensa sonrisa en labios.

Me acerco a ella y la saludo de la misma manera que mis padres.

BonitaWhere stories live. Discover now