¿Estás seguro...? - Apolo ribera-

-💗Leire💗-

Entré súper contenta a esa casa en la que había encontrado el amor y me había reencontrado con mi hermano.

No quise avisarles porque quería que fuera sorpresa, había un bolso y una camisa en el suelo; supuse que sería de alguna chica que había traído mi hermano.

Al levantar la cabeza del suelo y girar hacia la cocina vi a, ¿Apolo? Besándose con otra chica, me quedé ahí unos segundos mirándolos como se besaban con insistencia, de la misma forma en la que él me besaba...

No me di cuenta en que las llaves se habían deslizado por mis manos y habían caído al suelo con un fuerte sonido que hizo que estos se separaran.

-Leire?!-

Yo ahí no me quedaba ni muerta para que me contara la misma historia de siempre, salí despacio y con los ojos muy abiertos sin poder creérmelo.

Una parte de mí sabía que podría volver a pasar pero mi corazón frenaba ese pensamiento, pero era verdad, era un puto mentiroso.

Empecé a caminar y acabé en una pequeña tienda de cristales y piedras preciosas.

Pasé por curiosidad y me encontré a un chico alto, delgado, ojos marrones con una pequeñas pecas por su nariz. Era, ¿guapo?

-Hola- dijo alegre.

-Hola- dije con una sonrisa.

Me quedé embobada mirando una de esas piedras que había y me encantó el cuarzo, todos los tipos que tenían me gustaban aunque; el cuarzo negro o ahumado, el rosa y el blanco eran mis favoritos.

Creo que el chico se dio cuenta de que miraba mucho y sonrió, levanté la mirada y me sonrojé.

-Bueno, ya me voy, no tengo dinero para comprar nada...-

Me di la vuelta directa para irme y el chico salió de detrás del mostrador y me agarró del brazo.

-Soy Yeray, ¿y tú?-

-Leire, un placer- dije sonriente

Yeray se rascó la nuca en modo de nerviosismo.

-Te importaría si, ¿nos damos los ig?- dijo nervioso

Sonreí y se me escapó una pequeña risa, al principio me miró extrañado pero después sonrió agradecido.

-Este es el mío, no te preocupes- le guiñé un ojo.

Me sonrió pícaro y yo me reí.

-Nos vemos, Yeray- sonreí.

-Nos vemos, Leire- me guiñó un ojo.

~Tiempo después~

Me tocaba volver a entrar en esa casa, me había dejado las llaves tiradas en el suelo y me tocó llamar a la puerta.

Cuando abrieron la puerta fue Apolo, el mohín de asco me salió del alma.

-Leire, yo...-

-Cierra la boca, estoy harta de tus explicaciones de mierda-

Agachó la cabeza y yo solamente me fui a saludar a mi hermano, que tenía una expresión de "lo sabía".

-¿No crees que es mejor que habléis?-

-Hoy no, te prometo que cuando esté preparada lo haré-

Me miró con soslayo, pero no sabía que más decirle.

-Supongo que te irás a un hotel... Entonces, conozco uno que está a...-

-No lo haré- dije segura

-¿Eh?-

-Que no me iré de aquí, eres mi hermano y he venido a verte- dije feliz

Me miró extrañado pero me abrazó, solamente me quedaba ahí para poder joder a Apolo.

Ya era hora de poder vengarme...