¿Estás seguro...? - Apolo ribera-

-🩶Apolo🩶-

Me desperté a las 11am y me dio demasiada pereza levantarme así que cogí mi móvil y me puse a ver tik toks.

Empecé a escuchar gritos pero sus puse que era Leire peleándose con su hermano y preferí no bajar e intervenir; me levanté y me lave la cara, iba muy tranquilo y en cuanto abrí la puerta de mi habitación vi a...

¿Lina? ¿Esta que hacía aquí? Me había roto el corazón en el instituto, me rechazó una y otra vez, estaba rara ya que caían algunas lágrimas por sus mejillas pero, no iba a hacer nada; ella me hizo mucho más daño del que podía haber sentido nunca.

Pero espera... ¿¡SE HABÍA ACOSTADO CON LLANOS?!

Cuando la vi bajar, baje algo tenso; él sabía lo que me había hecho y lo que significó ella en su momento.
-Llanos, ¿podemos hable un momento?-

-Si, claro, ¿qué te pasa?-

Hasta Leire me miraba extrañada, pero Llanos no parecía tan preocupado como su hermana; no sabía si su hermana estaba preocupada o si quería saber de que quería hablar.

-¿Te has tirado a Lina?-

-¿Quién?-

-La tía que te has tirado esta noche...-

-No era Lina, ¿no verdad?-

Yo lo miraba cabreado y sentía que en cualquier momento las lágrimas iban a acabar saliendo; él solamente se dedicaba a quejarse en voz baja-mierda, mierda-

-Apolo, yo de verdad...-

-No, no; ¿podrías irte de casa dos días por favor?-

-¿Eh?-

-Lo que has oído, yo te pago el hotel en el centro de l ciudad a cambio de que tú me dejes dos o tres días de margen para pensar-

-Esta bien, iré a hacer las maletas...-

Al abrir la puerta Leire cayó en mis brazos; se pensaba que no la había oído pero sí, y perfectamente.

-Mierda, esto me pasa por cotilla...-

Logró sacarme una sonrisa pero noté que las lágrimas cedían por mis mejillas y salí lo más rápido posible para que no me vieran; me encerré en mi habitación procesando todo lo que había pasado y cada vez, más lágrimas salían de mis lágrimas.

Me iba a tumbar pero oí un -toc, toc- de la puerta; no quería hablar con Llanos así que pregunté quién era.

-Apolo se que estás ahí, soy Leire, quiero ayudarte-

Decidí abrir ya que sabía que no se iría, ella entró y espero a que yo cerrara para lanzarse hacia mí y me abrazó muy fuerte, lo necesitaba y se lo acepté; no con el mismo entusiasmo pero si, se entiende.

Mis lágrimas volvieron a ceder; ella me dijo que me sentara en la cama y le explicara lo que sentía, él por qué y le explicara la historia...

Ella escuchó atentamente y no me interrumpió ni una sola vez, era muy buena escuchando. De vez en cuando si me veía muy mal me acariciaba la mano o el brazo; me abrazó al terminar.

-Lo siento, de verdad; mi hermano cuando bebe no controla, eso deberías de saberlo tu mejor que yo...-

Lo dijo con una sonrisa que hizo que yo esbozara la mía; nos quedamos mirando y nuestras miradas bajaron hasta los labios del otro.

Volvimos a estar igual de juntos que la otra vez y cuando me quise dar cuenta ella ya estaba subida encima de mi juntando nuestras bocas con más furia; como si cada cosa, sensación, calidez; cualquier cosa no debiera estar entre nosotros.

Llegó un momento en que a ambos nos faltaban nuestras camisetas, ella estaba roja y con sus manos me acariciaba la nuca, yo le acariciaba los muslos.

Ella decidió parar para mirarme, a ambos nos faltaba el aire y nuestras respiraciones iban acompasadas y rápidas.

-No, no...ehhh yo lo siento pero no puedo hacerlo, hoy no. Necesito tiempo, no es que no quiera verte es que no quiero hacer... bueno ya sabes...-

-¿Follar?-

-Si quieres ser así de técnico, si. No digo que no me haya gustado el beso sino que no me siento preparada...-

-Vale no te preocupes, te entiendo, por cierto voy a sacar a Truck-

Me despedí de ella con un beso suave y corto; ella me sonrió y nos dimos un abrazo.

-Que te lo pases bien-

-Lo mismo digo-

Nos sonreímos y le guiñe un ojo, ella se rió, sus sonrisas me alegraban el día...