¿Estás seguro...? - Apolo ribera-

-🩶Apolo🩶-

Pedimos los cafés y ella estaba abrazada a mí mientras veíamos una serie; de vez en cuando me daba un beso en el pecho.

Estaba muy cariñosa, suena mal pero, me encantaba esta etapa de ella.

Tocaron al timbre y bajé a por los cafés y volví a subir y estaba ella esperándome con su gran sonrisa de oreja a oreja.

No sé en qué momento pero empezamos a hablar de que nos gustaba el uno del otro.

-Me gusta que haces que las situaciones más cómodas, que se puede estar contigo, solo por eso ya me caiste bien...-

No me aguanté y me la empecé a comer a besos; ella solo se reía pero yo disfrutaba cada beso...

-Vale, JAJAJAJAJAJAJA, vale-

-¿Y que te gustó de mi eh, Apolo?-

Podría decirle las mil cosas que me gustaron de ella pero iré a la vieja confiable.

-Que fueras tan carismática, que haces reír a todo aquel que tengas al lado y lo guapa que eres...-

Al principio no dijo nada y solo me miraba y pensé que la había cagado pero, se me tiro encima y me empezó a besar la cara y a abrazarme.

-¡Es que no puedes ser tan mono!-

Yo la abrazaba y la sostenía para que no se cayera.

-Luego soy yo el empalagoso...-

-Shhh, no arruines el momento-

Me empecé a reír de ella y solo se dedicaba a abrazarme y a besarme; me encantaba que mis seguidoras me dijeran piropos pero, no eran personas que se incluían en mi vida personal.

Solo lo dicen por mi aspecto pero Leire, ella ya me iba conociendo ya llevaba allí 3 semanas y solo le quedaba una y pensaba aprovecharla a toda costa.

-Leire, se te va a enfriar el café-

-Cierto, pero no te librarás tan pronto, que lo sepas-

-Pues claro que no-

Le sonreí coqueto y le guiñe un ojo y ella esbozó una gran sonrisa y soltó una mini risa.

Más tarde yo miraba tik tok y el leía un libro, no sabía que le gustaba leer, no le pegaba.

-¿Qué lees?-

-Antes de diciembre, me lo he leído diez veces pero nunca son suficientes...-

-Romántico seguro-

-¿Cómo lo sabes?-

Me reí de su sarcasmo.

-Ja, ja, que graciosa-

-Ya lo sabes, por eso te enamoré-

Me guiño un ojo y le agarre de la mandíbula para girarle la cabeza hacia mi y besarla; con la otra le cogí de la cintura para atraerla hacia mi.

Me separé por falta de aire y ella igual, estaba roja y con los labios hinchados, agachó la cabeza avergonzada.

Me encantaba que hiciera eso, aún siendo...siendo...

¿Qué cojones éramos?

Bueno, se acurrucó en mi pecho y me daba pequeño beso y ahí sabía que estaba avergonzada.

Le pasaba la mano por toda su espalda, podía notar como se le erizaba la piel; cada cosa de ella me gustaba.

-¿Qué somos?-

Dije al fin y ahí ella levantó la cabeza.

-No sé... ¿novios?-

-Puede...-

-Si tú no quieres no pasa nad...-

No la dejé terminar.

-¡Pues claro que si!-

-Vale!-

Se inclinó para darme un beso y se lo acepté encantado.

Novia, ahora tenía novia; me sonaba raro.