Capítulo 30: Un hermano perdido.

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Pov 3ra persona

"Tiene que haber una manera de recuperarlos..." 

Un par de ojos grises miraron hacia arriba, bajo el meneo del barco, hacia otro par de azules. La noche cerniéndose sobre ellos. Las estrellas brillando, con el soplido del tenue viendo en el aire.

"Tus recuerdos."

Ese mismo soplido se envolvió en otro manto de una noche nevada. La nieve caía, cubriendo el extenso bosque dónde los árboles estaban pintados de blanco, y el césped apenas sobresalía. Todo momento rompiéndose por un sutil llanto bajo la noche.

"Yo fui abandonó por mi madre cuando era bebe."

Una pequeña cuna destacando entre todo este frío paisaje, dónde los llanos sobresalían por encima de todo lo demás.

-"No tenía más de unas horas de vida, cuando me dejó en una caja de cartón con solo una manta... Y fui encontrado por una... por una mujer."

A lo lejos, una figura encapuchada se acercaba, sus pasos apenas audibles en la quietud de la noche. Cuando se detuvo frente a la cuna, su cabeza se asomó, mostrando un perfecto rostro de una mujer. Una mirada tan distante como curiosa, debajo de un juego de ojos plateados que brillaban con una luz celestial, con los que miraba al pequeño infante.

Un llanto que se calmó con la aparición de la mujer.

"Si no hubiese sido por ella, habría muerto congelada en el invierno... "

Con la misma mirada distante, los mismos ojos plateados ahora observan a un niño frente a ella, sosteniendo un arco y flecha con habilidad impresionante. Su cabello negro cayendo sobre sus hombros mientras sus ojos azules se concentraban en el objetivo frente a él.

Un pequeño Alex que miraba fijamente a su blanco delante.

Con un movimiento fluido, dispara la flecha que daba en el blanco a lo lejos. Alex volteó hacia la mujer con una sonrisa entusiasmada, pero ella permanece seria, apenas asintiendo antes de volver con el resto de niñas.

Una de ellas, con cabello negro y sedoso, piel cobriza, y una diadema de plata alrededor de su cabeza de olivo. Una mirada hacia el chico con sumo enojo y desagrado antes de seguir a la diosa.

"Aún así, no era la señora más cariñosa de todas, ni tampoco se diferenció mucho de mi madre, cuando también me abandonó en un orfanato a los cinco años..."

Aburriendo su mirada mientras la miraba marcharse, Alex giró, topándose con un plato de sopa delante suyo. Un enorme comedor que se cernía sobre él, sentado sobre una mesa de madera gastada, en un lugar vacío. Con su cuchara jugando con el caldo, levantó sus ojos azules y miró de reojo a la figura sentada delante suyo. Un hombre de cabello largo y castaño, y barba igualmente larga, cuya mirada es amigable, con las manos juntas en un gesto de bienvenida.

"Y mi papi... Él jamás apareció, ni me ayudó... ni nada... Era yo, y solo yo."

Los ojos azules, con la misma mirada aburrida, se entrecerraban con el soplido del viento, ahora en un lugar abierto al aire libre. Luciendo mucho más grande que antes, y vistiendo una distintiva playera naranja, sostenía dos espadas en sus manos, mirando cuidadosamente a la figura delante suyo.

-"Guardia arriba."- Dijo.

Un chico mucho mayor que él, vistiendo la misma playera, teniendo unos ojos azules más oscuros y cabello negro despeinado. Una sonrisa carismática y entusiasmada que terminó por contagiarla al pequeño niño.

-Imprudente.- "La Maldición del Titan." (Saga Percy Jackson x Oc)Where stories live. Discover now