Capítulo 29: Un juicio no tan amistoso.

45 10 3
                                    



Pov Alex

Parpadeé rápidamente. Por un instante vi a Annabeth como una niña, mucho más pequeña que cuando la conocí. No sé porqué ni cuando, pero tan pronto mis ojos se cerraron y abrieron rápidamente volvió a ser la de antes.

-¿Estas bien?- Había preguntado.

Sacudí la cabeza, intentando ignorar lo que vi para más tarde.

-S-si...- Respondí, antes de mirarla. -Debería ser yo quien pregunte eso, ¿qué te sucedió? ¿Cómo... te encontraron?-

Annabeth frunció el ceño, y miró por un segundo el suelo.

-Tuve un pequeño desliz.- Respondió, mirándome de nuevo. -Te estás congelando.-

Antes de que pudiera decir algo, me extendió la chaqueta que le había dado. Fue tan rápido, que apenas pude pensar en lo primero que dijo. Algo no me gustó de eso. Estaba por preguntar que pasó, cuando un aclaramiento de garganta nos separó. 

No se porqué, pero por un momento temí que fuese su padre, aunque al mirar resultó ser Artemisa.

-Alexios.- Me llamó, dándole un rápido vistazo a Annabeth antes de mirarme. -Una palabra.-

-Si...- Suspiré. Ya me veía esto venir.

Le di una mirada a Annabeth y me separé, siguiendo a la joven Diosa a algunos pasos lejos de los demás. Tan pronto volví a colocarme el abrigo, ella se detuvo y dio un giro de ciento ochenta grados para enfrentarme.

-Sabes que lo que hiciste no estuvo bien.- Señaló, bastante firme. -Independientemente de lo que yo hubiese opinado. Conoces lo que esto puede ocasionar.-

Fruncí el ceño, y miré por un segundo en la dirección de los demás, centrándome en una persona.

-¿No es eso para lo que estamos semidioses?- Pregunté retóricamente -¿Hacer lo que los Dioses no? ¿Romper las reglas?-

-Esto va más allá de eso.- Negó la cabeza, lo que me hizo rodar los ojos. -Desafiar al destino... no es algo usual.-

Me encogí de hombros, y murmuré.

-Bueno, hay una primera vez para todo.-

-No te lo tomes a la ligera, niño.- Regañó. -Desafiar algo así recaerá en un futuro. Las decisiones que tomaste pudieron haber...-

-Bianca murió.- La corté.

Ella se detuvo. Volví a mirarla, y sus ojos apenas se abrieron. Podría haber sido por la simple revelación, o el hecho de que sacara el tema. Sea cual sea, no evitó que inhalara aire como si eso contuviera mi dolor de nuevo.

-Murió, por esa estúpida profecía.- Dije, intentando retener mi voz. -Murió por ser una cazadora sin experiencia. Murió porqué no pude hacer más por ella. ¡Así que discúlpame si desafié un maldito versículo, pero no iba a dejar que otra persona importante para mi cayera por ella!-

Artemisa se quedó en silencio por un momento, como si absorbiera mis palabras. Su expresión se suavizó ligeramente, bajando la mirada con peso.

-Era una buena niña.- Murmuró.

-Lo era...- Murmuré, inhalando aire de nuevo -Ahora solo se que Nico ya no tiene a su hermana.-

No esperé a que dijera algo. Simplemente me di la vuelta y regresé con los demás. Ella no perdiendo mucho tiempo después antes de seguirme. 

Literalmente, esa conversación pudo haber salido mejor, pero por supuesto que no lo hizo. Ahora Bianca atormentaba mis pensamientos, y no podía quitarme su imagen de mi cabeza. Ese último momento dentro de Talos...

-Imprudente.- "La Maldición del Titan." (Saga Percy Jackson x Oc)Where stories live. Discover now