Decisiones

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Un amplio cielo nocturno se extendía a lo largo de la ciudad, poco a poco podemos ver como los negocios nocturnos comienzan a hacer acto de presencia.

Letreros luminosos por doquier anunciándose ante la gente que recién termina su jornada laboral y solo espera poder pasar un momento relajante entre compañeros o damas de compañía, antes de tener que regresar a sus estresantes vidas del día a día.

En este momento nos encontramos por los barrios bajos de Shinjuku, siendo más exactos en la zona roja, un lugar bastante peligroso si no se conoce bien la zona, pero eso no parece importarle a una silueta que se desplaza de lo más tranquila entre los callejones, donde el aroma a cigarro, vomito y orina inundan sus fosas nasales, mientras ebrios y vagabundos le ven como un suculento trozo de carne.

La silueta se detuvo unos instantes mientras sacaba su teléfono de uno de los bolsillos de su saco escolar y miraba un mensaje en la pantalla.

- ¡Oye! -Llamó una voz masculina a sus espaldas, haciendo que apartara la mirada de su teléfono y pudiera ver como un hombre con ropa de oficina algo desarreglada y el rostro ligeramente rojo le señalaba- No te mvas de-delishiosa -Ordenó el hombre que llevaba la botella a su boca para así darle un trago profundo hasta terminar la bebida.

- ¡Oye! -Llamó una voz masculina a sus espaldas, haciendo que apartara la mirada de su teléfono y pudiera ver como un hombre con ropa de oficina algo desarreglada y el rostro ligeramente rojo le señalaba- No te mvas de-delishiosa -Ordenó el hombre...

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- Buenas noches ¿Qué puedo hacer por usted? -Preguntó la silueta dejándose escuchar una voz femenina bastante suave, mientras se daba la vuelta para ver fijamente a quien le estaba llamando.

El sujeto sonrió y a paso torpe se acercó a donde estaba aquella ¨Delishosa¨ cómo él le había llamado.

Esta se trataba de una joven de cabellera larga de color morado que termina por debajo de sus caderas, mientras un par de alargados mechones adornados con listones le enmarcan el rostro. Su piel es clara y parece brillar con la luna, mientras sus ojos oscuros le regalan una apariencia bastante misteriosa y atractiva a quien le viera.

Posee un juego de curvas bastante llamativo y peligroso, sobre todo para el tipo de lugar en el que se encontraba, ya que cada ebrio, vagabundo y pandillero le estaba devorando con la mirada.

Su atuendo consta de un uniforme escolar, saco de color café, camisa blanca de manga corta un tanto ajustada, mientras un corbatín rojo rodea su cuello. Lleva una falda de color verde algo corta que le permite presumir sus piernas sin problema, mientras como calzado lleva unas calcetas negras que llegan por debajo de la rodilla y zapatos escolares de color negro.

- ¿Qué hace? Hic... una chica tan hic... zorrita como tu ¿Por aquí? -Preguntaba el hombre acercándose a la jovencita, quien sonreía de forma tranquila.

- Bueno, resulta que vengo buscando -La chica en ese momento es interrumpida cuando aquel sujeto solo sonríe y con una de sus manos le toca el busto.

- Shhhhhh, ya no ncesitas hic, buscar a nadie, aquí me tienesh para pasarla bien -Comentaba el sujeto- ¿Casono te qires divertir? -Preguntaba el hombre con una sonrisa, cundo la chica respondió colocando el cañón de una pistola entre los ojos de aquel hombre paralizándole y bajándole la ebriedad de golpe.

Un héroe en un mundo sin quirkWo Geschichten leben. Entdecke jetzt