YO SOY EL NINJA VERDE

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Han pasado 7 días desde la intervención del ninja verde en la Academia Shujin y la noticia le había dado la vuelta al mundo en tan solo un par de segundos, para el mundo fue impresionante y muy indignante saber cómo un ex campeón Olímpico cometió actos tan atroces contra sus propios estudiantes, pasando del abuso físico hasta el abuso sexual.

Lo peor de todo fue que la misma academia Shujin ahora se encontraba bajo investigación, pues era muy extraño que los docentes o el director pasaran por alto a los estudiantes heridos y no se investigará más a fondo la situación.

Ahora mismo podemos encontrarnos con la nueva ubicación del segundo hombre más famoso de todo el mundo, en este momento Suguru Kamoshida se encontraba reflexionando en su propia suit privada.

Una habitación única que tenía todas las comodidades del mundo, había un catre con manchas de dudosa procedencia, un inodoro asqueroso que parecía estar atascado debido al papel higiénico, además de tener unos lindos barrotes delimitado el área por la que podía movilizarse y por su puesto... el olor de la culpabilidad y la miseria esparciéndose por toda su ¨Suit¨.

- Oye Escoria –Habló una voz femenina desde el exterior de la celda, la cual miraba como el hombre se cubría el rostro mientras se repetía que esto era una maldita pesadilla y no podía estarle pasando eso a el- Vinieron por ti –Declaró aquella voz femenina en un tono bastante tranquilo, esto llamó la atención del hombre que lentamente alzó la mirada.

Ahí estaba la detective Alexandra Trese con sus manos metidas en los bolsillos de su gabardina, tenía una expresión muy sería en el rostro, mientras que a su lado había dos policías muy sonrientes, pues esta era la parte que más disfrutaban de su trabajo.

- Kamoshida-san, te están esperando para establecer tu sentencia –Declaró uno de los oficiales mientras le mostraba las llaves con cierta burla.

- ¿DE QUÉ ESTÁN HABLANDO? YO NO PIENSO MOVERME DE AQUÍ ¿DÓNDE ESTÁ MI ABOGADO? NO IRÉ A NINGÚN LADO SIN MI ABOGADO –Gritaba el hombre que termino arrinconándose como un animal asustado, mientras la detective haciendo un movimiento con su cabeza permitía el acceso a los oficiales para que entraran y lo llevaran a la fuerza- ¡QUÍTENME SUS SUCIAS MANOS DE ENCIMA! ¡YO SOY EL REY DEL CASTILLO! ¡NO PUEDEN HACERME ESTO! ¡UNA VEZ QUE SALGA DE AQUÍ LOS HARE PAGAR A TODOS! –Gritaba el hombre completamente fuera de sí.

- En ese caso su majestad, le espera una audiencia por crímenes contra su reino, su pueblo dictara la sentencia, rece a todos los dioses que conozca para evitar que le corten la cabeza –Declaró la detective mirándose como los oficiales entraban a la suit privada y se acercaban para tomarlo de los brazos, mientras el hombre se retorcía y pataleaba mientras se lo llevaban a rastras.

- ¡FUI INCULPADO! ¡SOY INOCENTE! ¡YO SOY INOCENTE! –Gritaba el hombre mientras que Trese soltaba un suspiro de paz al saber que por fin dejaría sus celdas.

En ese momento todo se detuvo y apareció un símbolo de una flecha curveada, lentamente la cámara se aleja un poco dejándose ver una mano que sostenía un teléfono celular, esta pertenecía a Izuku Midoriya, el cual le estaba enseñando a su nuevo Ryuji, aquello que había ocurrido dentro de las celdas.

En este momento ambos se encontraban en un restaurante de comida rápida, ambos habían quedado a la hora de la salida, pues el peliverde quería mostrarle aquel momento al rubio, después de tanto sufrimiento era algo que el chico con apariencia de brabucón necesita ver.

- ¿Cómo lo conseguiste? –Preguntó el chico con una enorme sonrisa de oreja a oreja, ese bastardo por fin recibiría su castigo.

- Tengo mis métodos, lo único complicado fue que Trese me permitiera estar presente, ahora le debo un favor –Se quejó el chico de las pecas.

Un héroe en un mundo sin quirkWhere stories live. Discover now