❝ Y todos los caminos que tenemos que recorrer son tortuosos, y todas las luces que nos conducen allí nos están cegando.
Hay muchas cosas que me gustaría decirte,
pero no sé cómo❞
-𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐞𝐜𝐞𝐫𝐭𝐞, 𝐆𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫. 𝐄𝐧 𝐜𝐮𝐞...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
≻───── ⋆✩⋆ ─────≺
[15 de julio, 1995]
—¡No puedes hacer esto!
—¡Claro que puedo! ¡Soy tu madre!
Amelie sintió su respiración agitarse con fuerza. Le dolía tanto el pecho, que lo único que quería era que su madre cerrara la boca en ese mismo momento.
—No puedes hacer esto, aún no —masculló apretando la mandíbula—. Mi abuelo no lo permitirá...
Su madre se acerco mas a ella, como si de alguna manera quisiera intimidarla. Habían estado en discusión desde hace diez minutos en la sala de la mansión.
—¡De alguna manera tengo que arreglar tus errores! ¡Salir en el periódico con una sangre sucia, es una decepción!
Amelie abrió y cerró la boca varías veces. Entro en pánico.
—¡Ese periódico es una mierda! ¡No es real!
Bueno, estaba mintiendo. Amelie detestaba la idea total que le estaba dando su madre. Aunque, tampoco podía decir que no esperaba su reacción, si desde que llego de Hogwarts, su madre solo había esperado a que estuvieran a solas para hacerle saber que...
—¡Te comprometerás con Draco a fin de mes! ¡Es mi ultima decisión!
Su madre abandono la sala principal en aquel momento. Y aunque, Amelie deseaba hacer que se retractara de sus palabras. No se atrevió a decir nada mientras la observaba irse. Era mejor de esa forma, lo sabia. Tenia que aceptar la realidad de algunas cosas en su vida. Empezando por el compromiso que tenia pendiente con cierto rubio egocéntrico.
Por supuesto, que ella lo quería casarse. Pero, ¿tenía opción? Esa pregunta se la había hecho demasiadas veces en estas últimas semanas. Y tal parecía, que nunca tendría la libertad de decidir entre esto o aquello, entre lo que quería y entre lo que su familia quiere.
Con el tiempo, se volvía cada vez mas difícil tomar sus propias dediciones personales. Era como estar atrapada en un lugar al que se supone debe llamar hogar.
Tomó un par de respiraciones profundas antes de tragarse aquel nudo en su garganta. No quería que Orion la viera de esa manera. Y mucho menos aquella chica maleducada que, ahora mismo, estaba ocupando una habitación justo alado de la suya.
¡Era lo mas horrible del mundo!
Amelie se pasó las manos por el cabello con estrés, antes de dirigirse a las puertas por donde su madre había salido momentos antes. Tan pronto estuvo afuera, se dirigió hacia las escaleras que conducían a su habitación. Cruzo por el pasillo y los retratos se giraron a mirarla. Ella los ignoro como solía hacer en estos días. No necesitaba que le recordaran lo orgullosos que estaban de su vida.
