#19 + TE AMO +

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#19


Los sueños continúan, pero no sueños completos sino solo pequeños fragmentos que solo me confunden cada vez más. Los dolores de cabeza están comenzando a aparecer y son cada vez más fuertes, la sangre en mi nariz se ha convertido en algo más de mi rutina diaria, incluso el temblamiento de mis articulaciones y todo se debe a los efectos colaterales de que tiempo se termina y aún no he conseguido nada.

Recargo mi cabeza en el respaldo de mi asiento del autobús, trato de cerrar los ojos y por un momento olvidar todo lo que ha pasado, pero las mismas cosas resuenan una y otra vez, como el pleito con mis padres la noche anterior.

—Papá, mamá quería decirles que mañana haré un viaje escolar a la playa y regresaré el domingo en la tarde.

Justo al terminar de hablar los cubiertos de mi padre cayeron de repente sobre su plato, haciendo que toda la atención estuviera sobre él.

—No lo harás, no irás a ningún lado Bambi. —dijo con voz aguda y continuo comiendo.

—Pero papá tengo que ir, sabes que es un trabajo de la escuela y si no voy mis calificaciones van a caer.

—¿Aún más? —exclamó fingiendo sorpresa— No vas a ir y ya haré un donativo para aumentar tus calificaciones así que no te preocupes.

—Pero...

—¡Pero nada Bambi, dije que no y no es no!.

El grito de mi padre hizo que me quedara callada, yo tenía que ir a ese viaje y tratar nuevamente que Aslan hablara conmigo y tratar de resolver la situación que teníamos, tenía que ir a cómo diera lugar.

—Mamá... —susurré despacio y la mirada de mamá cayó sobre mi al igual que la de mi padre.

—No te metas Cristina —le advirtió mi padre.

—Creo que deberías dejarla ir, Bambi necesita salir a despejarse y aprender a ganarse las cosas como su calificación y no depender de ti.

—Mamá tiene razón papá, tengo que ir.

—Dije que no —volvió negarse.

Las cosas estaban comenzando a salirse de control y probablemente lo que diría a continuación sería la cereza del pastel pero no podía dejar que mi padre me prohibiera ir, así que me arme de valor y lo dije.

—Voy a ir papá y mamá me apoya así que no necesito tu permiso —cada una de mis palabras salieron con firmeza pero en el momento en que papá dió un golpe fuerte en la mesa mi firmeza cayó.

—¿¡Sabes que Bambi!? ¡Has lo que quieras y si te quieres morir en ese viaje házlo, me harías un gran favor!.

Dicho eso, se levantó de la mesa muy enojado y terminó saliendo de la casa. Mamá no dijo nada solo se quedó en silencio mientras las lágrimas en mis ojos amenazaban con salir.

Todo había fue tan doloroso, incluso papá no quiso verme antes de venirme al viaje y sus palabras aún seguían clavadas en mi mente.

—Barbie playera te encuentras bien.

Con los ojos cerrados sentí como Charlie se sentaba a mi lado.

—Si Charlie, estoy perfectamente —respondí.

—No te ves tan perfectamente, ¿Estás enferma?... —pregunta tocándome la frente.

—No

—¿Entonces te pasa algo? —vuelve a preguntar y niego con la cabeza.

100 Días para enamorarloWhere stories live. Discover now