#5 + BOLOS, CAÍDAS Y UNA RISA ENCANTADORA +

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#5 + BOLOS, CAÍDAS Y UNA RISA ENCANTADORA +












SÁBADO DE BOLOS

Me aseguré de anotarlo con letras grandes en mi agenda personal, tenía todo un calendario con horarios y actividades de Aslan.
El chico trabajaba de lunes a jueves en una tienda de la gasolinera por las tardes, los días viernes, sábado y parte del domingo trabajaba en unos bolos llamado Chuzu's. Al saber dicha información me dio un terrible dolor de cabeza, como era posible que aguantará tantas jornadas laborales; yo me hubiese vuelto loca.

Terminé de apuntar en mi agenda y la guarde en mi bolso, hoy hacia un gran día y era hora de domar el abrigo de piel.
Tenía que recordar también unirme al taller de teatro, de fotografía y literatura, ya que Aslan estaba en esos talleres.

Me levanté de la cama con ayuda del bastón, el pie casi no me dolía pero cuando hacía una presión exagerada un pequeño hormigueo se extendía por toda mi pierna izquierda; papá había dicho que el aparato que llevaba en dicha pierna me ayudaba a mejorar y a que los huesos fueran más flexibles pero eso no quitaba que lo comenzara a odiar y sobre todo el ruido escandaloso que hacía en ciertos lugares.

Hoy había decidido vestirme con un top floreado y una falda verde menta, el outfit era nada más ni nada menos que diseño Prada, mis favoritos. Los acompañe con zapatos bajos y un maquillaje poco visible, mi cabello rojizo lo deje suelto y con algunas ondas que llegaban hasta el borde de mis pompis.

—Soy perfecta —al momento de decir aquella palabra rápidamente me arrepentí. —No seas tan altiva señora ego, se más humilde que es lo que más necesitamos.

Me di un jalón de cabellos mentalmente y baje para irme de inmediato, al bajar me encontré con Laura la empleada quien me informó que mamá había salido a ver algo de su asociación y que papá estaba aún en el hospital.

Las cosas habían regresado a su curso, justo como eran antes; papá perdido en el trabajo y mamá con la asociación. No le di importancia y le marqué a Charlie para preguntarle si ya venía por mí y él respondió rápidamente con un; en 5 minutos llego.

Y así fue, llegó por mi en el auto de su tío y nos dirigimos al Chuzu's.

—Ok, entras o entras Barbie —Charlie esperó por mi respuesta y me señaló la puerta.

—Ya voy, solo estoy preparándome mentalmente para cualquier grosería por parte del señor gruñón.

—Entonces iré saliendo y te espero afuera.

—Ok.

Charlie salió del auto y no me quedó de otra que hacer lo mismo, Aslan debería de estar adentro y yo tenía que encontrar el modo de entablar una conversación sin salir lastimada.

—Espero que estés conmigo y que no permitas que me pase nada.

—Puedo estar a tu lado pero si Aslan intenta asesinarte tendré que huir, porque es mejor que muera uno a que mueran 2 ¿No crees?.

Me quedé con el ojo cuadrado al escuchar la confesión de Charlie y él al ver mi expresión comenzó a reír.

—Era broma, es menor que entremos así que vamos.

Seguí el paso de Charlie y entramos al lugar, era un lugar muy mono aunque su decoración no era tan fashion y varias personas ya se encontraban allí. Al entrar no vi por ningún lado a Aslan así que Charlie me arrastró hasta el lugar donde nos quitaríamos nuestros zapatos para ponernos otros; Charlie le dijo su número de calzado al chico que se encontraba de espalda y encorvado bajo el estante. El chico inmediatamente se dio la vuelta y mis ojos chocaron contra los ojos oscuros de Aslan quien me miró con desprecio.

100 Días para enamorarloWhere stories live. Discover now