#20 + EL BESO DE UN ROMEO +

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#20 + EL BESO DE UN ROMEO +









Que se siente estar encerrada en una caja de madera.

Que se siente que te lancen de un precipicio.

Que se siente estar nadando sin ninguna esperanza en medio del mar.

Que se siente que te arranquen las alas sin previo aviso.

Que se siente que te rompan el alma con una sola frase.

Se siente un enorme vacío que te consume, se siente todo lo que has recorrido, que todo lo que has nadado para salvarte, simplemente no vale la pena; simplemente fue en vano.

Justo ah sí me siento, porque tenía que escucharlo. Por qué tenía que enterarme de esa horrible verdad, por qué tenía que seguir recordando cuando cada vez los recuerdos dolían más.
Ya no quería recordar, ya no quería luchar; simplemente quería ser consumida por la oscuridad, quería que ya fuera desvanecida para dejar de hacer daño. Eso quería.

Mi teléfono no dejaba de sonar y yo... yo lo único que hice fue aferrarme más a mi oso de peluche mientras cerraba los ojos deseando que todo terminara.

No sé cuánto tiempo estuve así o en que momento mi puerta se abrió y mi habitación dejó de estar a oscuras o no se cuánto tiempo Laura estuvo hablando.




—Señorita debería levantarse, lleva dos días en cama y no ha probado un solo bocado. —hace una pausa y siento como me toca el pie tratando de quitarme el edredón— Hoy es un día hermoso señorita Bambi, le he traído su comida favorita y podría comer para después arreglarse y salir con sus amigos ¿que le parece señorita?.


Ella espera una respuesta de mi parte pero yo solo me quedo en silencio.



—El teléfono de la casa no ha dejado de sonar, sus amigos están preguntando mucho por usted y sobre todo el joven Charlie. Él dijo que necesitaba verla y que vendría, además ese chico no se ha movido de afuera de la casa, ah sí que debería ir a verlo.


Está vez lo que dice llama mi atención, me siento en la cama y enfoco mi atención en ella.



—¿Ese chico?...

—Si, desde que usted vino a casa del hospital, él ha venido para verla pero como su padre dijo que no debería de ver a nadie porque estaba delicada no pude dejarlo pasar pero el sigue allí. Afuera.

—¿Él...? ¿Quién es Laura?

—No lo sé señorita, solo dijo que tenían que hablar sobre lo que se acababa de enterar en el hospital.

—¿En el hospital? —respondí nerviosa porque al pensar que el chico del que habla mi empleada podría ser Aslan. Aslan podría saber mi verdad.

—Señorita está bien, necesita algo.


No sé cómo le hice para levantarme de la cama, solo salí de prisa de mi habitación y baje las escaleras hasta llegar a la puerta de mi casa. Tenía que verlo, tenía que corroborar que se trataba de Aslan y que él me había descubierto.

Llegué hasta la puerta de la calle y al mirar por todos lados logré ver la figura de un hombre vestido totalmente de negro y con una gorra en su cabeza, quien se estaba marchando de mi casa.


—¡Hey, detente! —grite con todas mis fuerzas y él se detuvo.


Comencé a caminar hacia él pero entonces, él retomo su camino y está vez caminó más rápido que me era imposible alcanzarlo.



100 Días para enamorarloUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum