#12 + ¿LA TAREA?...

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#12 + ¿LA TAREA?...

Abrí mis ojos y sentí mis párpados muy pesados, cerré los ojos y al sentir algo en mi brazo abrí los ojos nuevamente y llevé mi vista hacia ahí. Mis ojos se encontraron con un una aguja en mi brazo que conectaba a una bolsa de suero, —¿que era lo que había pasado?. Cerré los ojos y trate de recordar, el último recuerdo que tenía era el momento en que estaba corriendo alrededor del campo deportivo y después nada.

Volví a presionar mi mente y lo único que conseguí fue una punzada por parte de ella, me encontraba en mi habitación y no sabía muy bien que era lo que había pasado.
De repente la puerta se abrió y entró mi padre con una charola en las manos, al verme que me encontraba despierta se acercó de inmediato.

—Venadita al fin despiertas; ¿Estás bien hija? ¿Te duele algo?... —me inspeccionó de pies a cabeza y al terminar volvió si vista a mi.

—Estoy bien papá pero porque tengo eso en mi brazo, quiero quitármelo. —trate de arrancarme la aguja pero la mano de mi papá lo impidió.

—Deja eso venadita, te harás daño y es necesito el suero en tu cuerpo.
—¿Que me pasó papá?...

—No es nada venadita, todo está muy bien.

Revisó el gotero del suero y después sacó una jeringa de su bolsillo.

—Papá ya no quiero más medicamentos, solo quiero descansar un poco para mañana poder ir a la escuela. Por favor no más medicamentos.

—De que hablas hija, mañana es sábado y no hay escuela.

—¿Qué?... —guarde silencio y fruncí el ceño— Fue hoy que me desmayé en la escuela. ¿No?.

En respuesta papá negó con la cabeza.

—Ayer fue cuando tuviste esa baja de presión, desde ayer estas en reposo hija. ¿No te acuerdas que tú nos pediste que te regresaramos a casa?. —esperé a qué sonriera mi papá, diciéndome que me estaba jugando una broma pero no lo hizo.

—Pero si... ¿Realmente pasó eso?.

—Hija que pasa. Ayer me llamó tu madre para decirme que habías tenido ese accidente por culpa del idiota del entrenador, fuiste al hospital y te atendí en todo momento. ¿Acaso no te acuerdas? —la mirada de papá hizo que entrara en alerta.

—Claro que si me acuerdo —mentí—. Solo estaba confundida y creo que es por tanto medicamento.

—Pues no me importa tu confusión ya que ese fue el trato que hicimos.

Fruncí el ceño sin comprender nada

—¿Trato?...

—Si Bambi, dijiste que querías salir del hospital y que cambió accedias a qué te pusiera todos los medicamentos que fueran necesarios aquí en la casa.

—Claro, lo recuerdo papá.

—Entonces respeta el trato ok. —volvió a tomar la jeringa para ponermelas.

—Podría comer antes, aunque sea un poco. Solo quiero comer antes de que me duerma de nuevo.

—Bien, le diré a Laura que te traiga algo ligero para comer.

—Gracias papi.

Papá salió de la habitación y me quedé sola, mi cabeza estaba hecha un lío que no podía entender. No sabía a quién preguntarle sin que me tomarán por loca, si decía algo acerca de que había olvidado lo que había pasado; estaba segura que mi padre me llevaría al hospital y me harían una decena de estudios hasta que quedará conforme.
¿Por qué no me acordaba? ¿Por qué por más que intentaba mi mente no me deja acordarme?.

100 Días para enamorarloحيث تعيش القصص. اكتشف الآن