#17 + EL BESO +

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#17 + UN BESO +







—¡Por favor déjame ya! —me ruego mientras se retuerce en su asiento.

—No hasta que recibas tu merecido por lo que hiciste Angelito. —le advierto y esté niega con la cabeza con terror.

—Yo no hice nada Bambi, te juro que yo no tuve la culpa.

—Por supuesto que sí, la tuviste y pagarás por eso rata pantionera.

—¡Por favor Bambi no lo hagas! —vuelve a rogar como un cobarde y eso me enoja.

—Dije que no y cállate cobarde, ¡Cállate! —volví a gritarle y está vez se quedó callado al ver el cigarrillo ardiendo que andaba en mi mano.

—¡Bambi nooo!.

Su grito se vio ahogado por el dolor, pero era lo menos que merecía por tratar de verme la cara de estúpida con aquella trampa que planeo junto a ella.

—Querías burlarte de mi pero mira quién ahora se burla de ti estúpido. —tomé el cigarrito nuevamente y lo estrellé contra su piel, el dolor que le causaba sería un advertencia de que conmigo nadie jugaba.— Vez, vez lo que le sucede a las personas por ratas. Jamás debiste de hacerle caso a ella, jamás debiste desafiarme pequeño Angelito.

—¡Bambi por favor perdóname! Te juro que no volveré a hacerlo, te lo juro pero ya basta.

—Dime si entendiste la lección, ¡Dímelo Angelito!.

—Siiii, si Bambi lo entendí. Si lo entendí —respondió con lágrimas en los ojos—. No volveré a traicionarte, te juro que no lo volveré a hacer pero por favor déjame.

Asentí pero le di las últimas dos quemas más, él idiota debía aprender la lección para no volver a traicionarme cómo lo había hecho.

—¡Noooo!




Desperté sobresalta y bañada en sudor. Mi habitación estaba en completa oscuridad, y yo estaba completamente sola.


—Era una pesadilla —susurré para mí.


Prendí la lámpara y vi la hora, aún eran las 3 de la mañana. Cerré los ojos tratando de olvidar esa horrible pesadilla pero las imágenes seguían en mi cabeza como si fuera un recuerdo vivo.
Era como si esa pesadilla hubiera sido realidad, era como yo realmente le hubiera hecho eso a Ángel.


—Soy horrible, soy horrible.


Comencé a llorar como una niña, lo que había hecho era asqueroso y estaba segura que eso sí había pasado, yo lo había hecho, yo lo hice y Aslan jamás me perdonaría.
Seguí llorando hasta que me quedé sin lágrimas, el rostro de Aslan y de Ángel me aparecieron en todo momento en mi mente. Y supe que ahora sí estaba condenada, y que no hay había un futuro entre él y yo. No lo había.




🌈🌈🌈🌈🌈




Salgo de mi habitación ya lista para ir a la prepa, solo bajo a la cocina a desayunar y allí me encuentro a Laura, la única que siempre estaba conmigo.


—Buenos días Laura. —la saludo nada más piso la cocina.

—Buenos días señorita, quiere algún desayuno en especia o solo le sirvo lo mismo.

—Lo mismo Laura.


Me siento en la mesa de la cocina y espero a que Laura me deje el desayuno.


100 Días para enamorarloWhere stories live. Discover now