capitulo 9

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Adrián Cross 💛

¡Carajo!- fue lo primero que pensé al verla firme con los labios carnosos entreabiertos mirando con mala cara a mi hermano.

Es hermosa.

No existen palabras para describir a un ser tan extremadamente cautivador como ella, sus curvas, su cabello, sus facciones.

¡Mierda! Su rostro.

Sentía como mi pecho subía y bajaba a una velocidad increíble.

Siempre he sido alguien inestable con respecto a los sentimientos, a veces siento demás y para algunas personas resultaría alentador, emocionante, cautivador pero no para mí.

No soy un chico normal.

Ser un hombre lobo magnífica tus defectos o encantos, la mayoría es así.

El mayor defecto que tenemos.

«El orgullo, la soberbia y la muestra de poder»

No existen otros tres, ¿saben acerca del mito sobre ,eso de que los lobos, pelean por Territorio?

Es totalmente cierto, ¿Cómo lo sé?

Es nuestra naturaleza, para mí , perder el control no es algo fuera de lo común, mis sentimientos están más agudos que el de de los demás.

Y desde que llegué a esta maldita ratonera del demonio, me sentía terriblemente mal.

No solo era mi humor, sino todo, mi cuerpo, mi mente.

Dos veces....

Dos malditas veces........

He perdido el puto control.......

Setenta y dos horas desde que llegamos.

Y me transforme de la peor forma posible justo en la parte trasera de la mansión.

Agradezco que tengamos un bosque detrás.

Cada vez ha Sido más liberador, mi cuerpo se relaja luego de transformarme.

Pero la frustración volvía.

En la mañana.....

- Quiero que me digas que aquí, todo será diferente - escucho la voz de mi hermano mayor.

Mantengo la vista fija en la carretera, me siento raro muy distinto, y nada de esta sensación me está gustando en lo absoluto.

Aunque quería arrancarle las garras y mandarle a la mierda, íbamos a llegar tarde al primer día de instituto.

Todo por su maldita culpa, y ese sentimiento de obsesión por el puto control, ya estaba comenzando a desbordarse en mi cabeza.

Sentí como hacía una mueca al escucharme dar un gruñido profundo, hice que mis ojos brillarán, enviándole una clara señal de que me transformaría y íbamos a pelear cuando no se callara.

El dolor de cabeza, desde que llegué era insoportable.

Y él solo empeoraba toda esta mierda.

- Oye no te enojes - me da unas palmaditas, intentando calmar las cosas.

Estaría mejor si papá le hubiera enviado a aquel internado en Irlanda, pero no siempre tengo esa suerte.

- Tú solo conduce, que apenas son las siete de la mañana y ya me tienes harto - deje que el vacío se apoderara de mi cerebro por segunda vez en la mañana.

Verán, mi hermano Aiden, tiene cierta forma extraña de estar preocupado, siempre se la pasa divertido de un lado a otro, con las chicas principalmente.

Una enfermiza obsesión +18Where stories live. Discover now