Así que, apaguen las luces, pongan el Spotify y lean bajo su responsabilidad:D
Pdt: no soy buena escribiendo escenas eróticas así que no me tengan tanta fe.
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𝐋𝐎𝐒 𝐑𝐎𝐂𝐄𝐒 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐀𝐌𝐁𝐀𝐒 𝐏𝐈𝐄𝐋𝐄𝐒 𝐒𝐄 𝐈𝐍𝐓𝐄𝐒𝐈𝐅𝐈𝐂𝐀𝐁𝐀𝐍 por el beso que mantenían en pie, encendiendo el calor en ambos jovenes, estaban necesitados por el otro, no se separaban del beso a pesar de la falta de oxígeno.Después de aquella confesión que tuvieron, ambos chicos se dirigieron a un hotel cercano,ya que se la pasaron tanto tiempo ahí que no se dieron cuenta de lo tarde que se les hizo, por lo que optaron de quedarse en un hotel además era peligroso por las altas horas de la noche que era; ¿Quién diría que unos besos inocentes de camino a la recamara, se intensificarían hasta este punto?
El rubio camino hacia delante haciendo que el cobrizo chocara su espalda con la puerta de la recámara, el rubio se apegó más al contrario acorralándolo a la puerta, las manos de él viajaron por debajo de la playera de Edward sintiendo la piel aun húmeda, gracias al baño que tuvieron en la laguna. Una de las manos de Edward viajo hasta la manija de la puerta y con rapidez la abrió para dar paso a ambos jovenes envueltos en uno con el otro.
Richard cerró la puerta con su pie y empujó a Edward a la cama y se puso a horcajadas de él, admiro la vista que tenía en frente, un Edward con los ojos brillantes de lujuria y esos labios rojizos e hinchados por los besos formaban una sonrisa satisfecha, su pelo cobrizo el cual siempre estaba perfectamente arreglado esta ahorita desordenado haciéndolo ver atractivo, oh joder, su camisa abierta de los primeros botones dejando a descubierto su clavícula y pecho aún húmedos, simplemente con eso se volvió loco por él.
— Tan divino — dijo pasan sus manos acariciando desde su mejilla hasta llegar a su cuello.
Edward soltó un jadeo involuntario y eso lo sorprendió, tapo su boca con su mano y volteo a ver avergonzado a Richard.
"Oh mierda esto esta mal, no, no, no, no. No podemos" los pensamientos intrusos de Richard resurgen a partir de ese sonido, dándose cuenta de la situación que está ocurriendo.
— ¿Richie? — la voz tímida de Edward lo sacó de sus pensamientos — ¿Hice algo mal?—
— ¿Que?, no,no,no, no es eso — dijo rápidamente mientras se quitaba de encima de Edward sentándose a su lado.
— Entonces... ¿Por qué paramos? — pregunta Edward y se sienta al ver que Richard se quito de su lugar.
— Bueno... eso lo que..— el rubio lo miró a los ojos — ¿Estas seguro de esto?, de ya sabes, tener sexo conmigo — preguntó nervioso.
