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𝐍𝐀𝐕𝐈𝐃𝐀𝐃 𝐏𝐀𝐒𝐎 𝐘 𝐃𝐈𝐎 𝐏𝐀𝐒𝐎 𝐀𝐋 𝐒𝐈𝐆𝐔𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄 año, los días pasaron rápido y eso no le gusto, ya que sin darse cuenta ya estaba entrando a clases de nuevo.
Se levanto de su cama como cualquier otro día casual, camino a paso lento hacia su guardarropa para sacar las prendas que usaría, una camisa beige y unos pantalones de vestir de color cafe junto con un saco del mismo color.Las agarro en su brazo y paso por su escritorio el cual estaba desarreglado con un montón de hojas esparcidas y varios pinceles afuera de su caja de acuarelas, sonrío levemente cuando su vista se poso en una de las hojas, se acerco y agarro una de las hojas que estaban esparcidas ahí.
Sus dedos se movieron para acariciar la textura áspera del papel, sus dedos empezaron trazar las lineas del grafito el cual fue hecho por los lápices que uso para dibujar, se sentía feliz por su obra pero insatisfecho, ya que no representaba ni una tercera parte de la belleza de su chico.
"Ni siquiera los lienzos mas finos podrían soportar el peso de tu belleza...Ed"
Con ese ultimo pensamiento, Richie se fue a bañar, para dar comienzo a no solo el primer día de regreso a clases, si no un lindo comienzo de año, el oji-plata tenía bastantes planas para este año, y obviamente en esos incluía a Ed, "este año será diferente", se repitió, por que en este año sabia que algo será diferente, podría sentirlo y ojalá sea para bien.
Cuando Richard termino de arreglarse para la escuela, bajo las escalera de su casa, el silencio ahí reinaba, estaba ya acostumbrado, su familia estaba muy ocupada como para detenerse a desayunar en familia, su padre iría a sus típico viajes de negocios y su madre se iría en la mañana a pasarla con sus amigas, ¿Y el?, bueno el desayunaría solo, caminaría hacia la escuela solo, pero no estaría solo allá ya que estarían esos ojos verdes que lo esperaban al lado del portón metálico, como un cachorrito esperando a su dueño.
Agarró simplemente una manzana roja que estaba en el tazón de frutas y se fue sin más, no quería llegar tarde a clases y más sabiendo que no llegaría ir a ver a Ed y a sus amigos. Camino por las grandes calles de Chicago, podía notar a leguas que aun era de madrugada, por el simple hecho de que muy pocas personas estaba afuera y solo para abrir los locales.
Dio un ultimo suspiro, extrañaría estar todo el día en su cama.
Siguió caminando hasta visualizar el gran portón oxidado de su amada escuela, nótese sarcasmo por favor, camino a paso continuo y a su vista se fue enfocando hasta ver la figura de Edward esperándolo ahí en el portón, estaba apoyado en una de las vigas de metal del alto portón. No pudo evitar sacar una sonrisa, estaba feliz por verlo.
—¡Hey, Eddy! — grito para llamar su atención y lo logró por que Edward poso sus dos esmeraldas en él y su cara se adorno también de una sonrisa.
