Delilah

22 0 0
                                    


Ravenhill es una ciudad pequeña rodeada de montañas y bosques, donde casi todos los habitantes se conocen, en ella conviven tres clases sociales, la alta o adinerada, la media que puede vivir sin problemas, y la baja, es decir los pobres. Por supuesto que hay diferencias entre ellos pero intentan coexistir como pueden cada uno en su lugar de la escala social, aunque claro está que a los adolescentes de clase alta les cuesta un poco más dejar tranquilos a los de clase baja, son jóvenes hormonales que se dejan llevar por las jerarquías sociales, cuanto más dinero tengas mejor eres y más vales.

La joven de tez pálida y cabello rojizo se estira la ropa intentando verse lo mejor arreglada posible antes de tocar a la puerta.

.- ¡Lilah! ¡Has venido!- la abraza nada más verla.- Pasa, pasa.-

.- Te... te he traído un regalo.- extiende el envoltorio arrugado.- No es la gran cosa...- la chica parece nerviosa mirando a todas partes menos a su amiga.

.- ¿Son mis chocolates favoritos de Marybelle? Me encanta Lilah.- vuelve a abrazarla.- Muchas gracias, debe haberte costado mucho conseguirlos.-

.- He estado ahorrando.- le resta importancia la joven.- ¿Por donde empezamos a decorar?-

Ambas amigas decoran la casa de la cumpleañera entre risas y bromas, una vez llega la hora Lilah intenta irse pero Scarlet la convence de quedarse con ella. La casa se llena de gente, la música casi no les deja ni escuchar sus propios pensamientos por lo que sin ser vista por su amiga, Lilah se retira de la improvisada pista de baile para sentarse sobre la encimera de la cocina con una bebida en la mano y una bandeja de bocadillos sobre las piernas, las personas pasan por su lado en busca de comida o bebida ignorándola por completa. Desde su posición puede observar casi toda la fiesta, en especial a su mejor amiga, Scarlet, disfrutar de su fiesta de cumpleaños junto a Winona, su otra amiga, y otros adolescentes de su clase.

.- Mira lo que me ha regalado Lilah, son mis chocolates favoritos.- presume Scar llegando a mi lado con la rubia.

.- Vaya, que bien Scar ¿Cómo los has conseguido? - pregunta lo último mirándome.

.- Ha estado ahorrando para comprármelos ¿No es genial?- interviene por mi.

.- Oh, entonces debe haberte costado mucho ahorrarlo.-

.- Así es, pero por una amiga se hace lo que sea.- respondo para comer otro bocadillo.

.- Claro.- ironiza la rubia sin apartar la mirada de mi.

.- Winnie no empieces, es mi cumpleaños y quiero pasarlo bien con mis amigas.- pide Scar agarrando nuestras manos.

Aunque no lo parezca Winnie y yo somos amigas, lo que pasa es que venimos de mundos muy diferentes, ella es de cuna de oro y yo... no tuve cuna, además nuestras personalidades chocan bastante pero aun así nos queremos. Y luego está Scar, siempre es el alma de la fiesta, mi mejor amiga desde hace años y mejor amiga de Winnie puesto que casi pertenecen al mismo escalón social. Es la razón por la que seguimos siendo amigas, ella nos recuerda que nos queremos y debemos seguir juntas cuando discutimos.

.- Deberías venir con nosotras a la pista.- ofrece Scar.

.- Aquí estoy bien, tengo comida y algo de beber, no puedo pedir más.- enseño la bandeja y el vaso rojo.

.- Tan sociable como siempre.- se queja Winnie rodando los ojos.- Deja algo de comida para los invitados.- pide alejándose con Scar a la pista.

.- No prometo nada.- respondo para verlas reírse por lo que sonrío.

No puedo decir que la fiesta sea aburrida porque sería mentir pero se me han acabado los bocadillos por lo que salgo al patio de la casa esquivando gente y camino a la zona más tranquila y solitaria posible donde me siento en una hamaca y observo el cielo nocturno.

𝑫𝒂𝒈𝒈𝒆𝒓Where stories live. Discover now