Get over your ex | Kookv

Extra: Cuando los grandes amigos se conocieron.

El cambio de país fue un suceso difícil de procesar para Taehyung. Una cultura diferente, al igual que su lengua y tradiciones. Le costó adaptarse. Durante algún tiempo se siguió presentando o disculpando con una reverencia, y se sintió tan raro cuando se refirió a una persona mayor que él tan solo por su nombre.

La primera vez que sostuvo una llamada larga con su madre —ya que con lo atareado que se encontraba el chico, era raro mantener llamadas de más de 2 minutos— tuvo que fingir que todo estaba bien, mientras pellizcaba su mano evitando soltar todo y llorar a mares. Estaba solo en un país desconocido, en una residencia universitaria donde había tantas personas pero él se seguía sintiendo igual de solo. Era ajeno. Todo era muy ajeno a su antigua normalidad. Pero no se daría por vencido.

La primera semana de universidad fue traumática.

La segunda semana fue adaptación.

Y en la tercera semana conoció a Jimin.

En uno de esos días que cuesta más salir de la cama, Taehyung tomaba desayuno sin ánimos pero decidido a cumplir con su primera catedra del día. En vez de caminar, decide tomar un bus de acercamiento, por lo tanto debe salir de su residencia directamente a la avenida y esperar al misericordioso medio de transporte y su antipático chofer. El campus universitario era grande y contaba con diversas áreas verdes que él no se había dado tiempo de conocer. Tampoco le interesaba mucho, pero ese era otro tema.

Para distraer su mente del constante recuerdo de su país natal, decide fijar su atención a su alrededor. A veces eso lo ayudaba un poco a calmar su ansiedad. Camina unos metros hasta llegar al paradero donde pasaría el primer bus de acercamiento hacia el edificio principal de su universidad de artes. Espera durante unos minutos hasta que, a unos pocos metros de él, una acalorada discusión se desarrolla. Decide bajar el volumen de la música que se reproduce a través de sus audífonos y fija toda su atención a la escena. Un chico pelirrojo con una mochila negra colgando en su hombro lanza groserías hacia el interior de un automóvil.

—¡Te pondré una estrella de valoración en la puta aplicación para que no tengas más trabajo, imbécil lame albóndigas! —exclama el pelirrojo—. ¡¿Cómo te atreves a decir que el vocalista de K/MJ es una mierda?!

Taehyung suelta una risa incrédula en el momento que logra oír parte de la discusión y entender que se trataba de un problema por gustos musicales. Es decir, todos teníamos derecho a defender con garras y puños nuestros propios gustos y preferencias, pero quizás este chico estaba yendo al extremo.

Al no aguantar la curiosidad, decide acercarse lentamente hacia los protagonistas de la discusión. Y a medida que se acorta la distancia, puede divisar como el café que el chico mantiene en su mano mancha toda su ropa por los movimientos bruscos que ejerce ante su enojo. Se sorprende por la amplia gama de palabrotas que salían del pelirrojo. Taehyung estaba seguro de que algunas de esas palabras soeces no existían, pero el tono que usaba para enunciarlas, a él también le harían enojar. No todos los días alguien te llamaba "lame albóndigas" de una forma tan ofensiva.

Queda estático en el momento que el vaso de café con hielos es lanzado al interior del automóvil, y sabe que tendrá que intervenir cuando un hombre que dobla la masa corporal del contrario baja del carro y camina con indignación hacia el chico. «Dios, sé que he sido un mal agradecido todos estos años, pero no me dejes morir hoy»

—Amén —susurra tembloroso.

Se posiciona entre los ofuscados hombres, sintiéndose ridículo por inmiscuirse en asuntos que no le incumben. Pero no puede dejar que hagan papilla al chico pelirrojo. Ese día decidió ser bueno y salvar una vida.

—¿No creen que es un poco ridículo pelear un lunes a las siete de la mañana? —inquiere con la voz temblorosa, pero con firmeza en sus movimientos—. ¿Tan desregulado tienen el cortisol los neoyorquinos que buscan pleitos tan temprano?