20. Besé a una chica

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—Me gusta lo que haces con tu cabello —Cara me estaba tocando el cabello con suavidad— .Te quedan bien las ondas.

—Gracias, lo sabía —mi mirada sólo buscaba a Matt, necesitaba cerrar la apuesta e irme— . ¿Quién es el conejillo de indias de tu hermano?.

—¿Eh? —Cara le sonreía a otro chico— .Su nombre era...¿Sydney?.

—¿Sydney Greene? —contra ella no tenía oportunidad, era hermosa: Rubia, ojos celestes. Sé que no era chica de Victoria's Secret pero era una versión mía pero más atractiva.

—La chica tiene mucho potencial, tienes que romperla en mil pedazos —Cara siempre me apoyaba, aún si la idea fuese bajar las escaleras con patines de hielo (no los estoy retando, no lo hagan).

—Trataré de hacerlo —Cara me palmeó el hombro, luego se fue. 

Seré sincera: No tengo muchos amigos, la gente que me conoce sólo me tolera. Me sentí como en una fiesta en Skype (los ves divirtiéndose, pero sólo eso, observas: ¿Ese es Ashton Kutcher?). Sentí un poco de incomodidad a las 3 (a la izquierda), voltee los ojos y vi a Ian. No debí mirarlo, ahí venía, incluso cuando comencé a moverme con la cabeza gacha.

—Alex —se fijó en frente de mí con una sonrisa socarrona. Extendí una mano.

—Alto ahí. ¿Vienes a decirme algún comentario sexista que me hará enojar como siempre? —Ian sonrió aún más.

—Somos compañeros, Hewitt —aplastó su lata de cerveza con su mano, luego la arrojó— . ¿Por qué tanta hostilidad?.

—Sólo porque buscas aplastarme y no sé por qué —me crucé de brazos. Respondí con normalidad. Soy muy madura.

—Temía que me ganaras —Ian rió.

—Tarantino va a destruirte si sabe que estabas bebiendo —hice el gesto con la mano.

—No tienen alcohol, no soy estúpido —Ian rió mirándome— .Luces hermosa, cariño.

—Púdrete, cariño —ya lo ven, soy muy madura.

—Fui malo contigo porque tienes bien puestos tus ovarios.

—Es muy lindo que lo prolongaras por estos 3 años —parecía una disculpa, sentía llegar una disculpa.

—Es sólo que eres linda, y luego vienes...te robas la atención —detrás de Ian, pude ver a Matt mostrando sus pulgares hacia mí. Si Ian me estaba diciendo lo que yo pensaba que decía, habían dos ventajas: No más bromas y nadie me va a molestar por ser "lesbiana"— .No me sorprende que Tarantino nos quisiera juntos.

—Sí, como sea —estaba mirando al suelo: ¿Llegarás al punto en el que todo termina?.

—Hey, Lex...—me levantó la cara para que lo mirara (él es igual de alto a Matt...demasiado alto para mí)— . ¿Ya ganamos la apuesta?.

—¿También andas en una apuesta? —mi actitud me recordaba a Nina (inexpresiva).

—Sólo tenía que besarte —Ian se acercó un poco— .Tú necesitabas conquistar a un chico.

—¿Y si no quiero hacerlo, Henderson? —me alejé un poco.

—Los rumores sobre ti son falsos, ¿verdad?.

Sentí que tocaron mi hombro. Vi a Sydney a mi lado.

—¿Ganaste la apuesta? Quiero irme ahora...

—No y creo que quedaremos empatadas —tomé a Sydney para que se inclinara y finalmente la besé. Oí como algunos contuvieron la respiración con cada segundo en el que estuvimos cerca. Me aparté un poco y le susurré "Lo siento". Aún seguía aturdida cuando miré a Ian a la cara— .No todo conspira a tu favor, Ian —extendí los brazos al aire— .Quizá los rumores son ciertos, de una forma algo diferente —pude ver como las manos de Ian se contraían con fuerza— . ¡Soy súper lesbiana!. 

Varios chicos comenzaron a aullar con euforia cuando grité mi frase. Halé a Sydney a mi lado. No dejé de ver a Ian hasta que el gentío lo hizo desaparecer.

—¿Qué fue eso? —Sydney me habló con tranquilidad— . ¿Cómo sabías que soy lesbiana?.

—No lo sabía —eso fue suerte, si no, Sydney me odiaría— .Lo siento.

—No fue nada —sonrió. Nadie nos estaba escuchando. Estábamos afuera, justo donde esperaba a Matt— . ¿A qué venía eso?.

—Ian me hierve la sangre —me hervía la sangre, me hierve la sangre, me hervirá la sangre— ,cree que soy inocente y me puede manejar a su antojo.

—Ian no es tan malo —Sydney se encogió de hombros. Ian era genial con todos (incluso Matt, Cara y Cece), a mí me empujaba de la silla.

—Sí, conmigo sí lo es —sonreí un poco— .Te debo una, muy grande. 

—No te preocupes —Sydney me abrazó, me sentí rara— .Te veo en la Universidad, tengo que irme.

—Bien, Sydney...

—Sólo dime Psy —sonrió mientras daba unos pasos hacia atrás, ¿estaba huyendo?— .No estoy huyendo, de verdad tengo que dormir.

—Oppa Gangnam Style —dije en una voz rara mientras hacía un baile aún más raro.

—¿Por Psy?.

—Sí, me caes bien...siempre hago comentarios estúpidos a las personas que me caen bien —era verdad (eso sonó demasiado cursi)— .Vete a dormir, o si no tendrás lo que odian las chicas como mi hermana...ojeras —dije eso con un tono de fantasma de caricatura (Calvin, dame tus dulces).

—¿Por qué sigues soltera, Alex? —Sydney me dio un beso en la mejilla y se fue.

—Por rara —me dije a mi misma. Quizá ese chico que dice ver a un unicornio me haya oído...claro, si no me ve como la Princesa de Chicle.

—¿Así que te gustan las chicas? —Matt tenía las manos dentro de los bolsillos de sus jeans. Su sonrisa era un poco tímida.

—Supe que era bisexual desde que...no lo sé, sólo lo supe —me estaba moviendo con nerviosismo. Me estaba convirtiendo en una chica demasiado osada— .Creo que esos 30 minutos fueron los más largos de mi vida.

—¿Aún te gustan los chicos? —estaba moviendo los pies como niñito enamorado.

—Ven aquí —o mejor dicho "Iré por ti porque te quiero". Lo abracé fuerte. Era lo único con lo que estaba segura, no "segura" de seguridad, sino Segura de ser...me estaba volviendo loca con los cambios— .Te quiero, lo lamento tanto.

—Alex, ¿estás bien?.

—¿Por qué me preguntas? —alcé los ojos (ese drama no me gusta).

—Llevamos demasiado tiempo abrazados —me despeinó mientras lo soltaba con una mueca graciosa— . ¿Quieres irte a casa o vienes conmigo?.

—¿Y si vienes conmigo a mi casa? Hoy es jueves de Sense8 —decir "Sense8" hace que Matt te hale del brazo y te lleve rápidamente a casa...(es como decir: "5 minutos" en el caso de Ian). 



Single as a Pringle: Tierna pero pesadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora