8. No quisiera ser tú

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—¿Celosa?.

Cece me despertó con su hermoso mensaje (sarcasmo detectado). Lo ignoré y volví a dormir.


5 minutos después...

—Lexi, sé que estás ahí.

—No quiero que me molestes. Gracias —¿reconocen ese momento en el que quieres totalmente todo lo contrario? En mi caso es la idea de que llegue a su punto de una vez por todas.

—Sé que no te gusta que ande con Matt.

—Rompimos, lo que se decía: "amistad".

—Respuestas.

—No es el mismo que conocí.

—Basta de recuerdos melancólicos —pude imaginarla rodando los ojos— , quiero que apruebes lo que tenemos.

—¿Acaso soy tu madre?.

—Madura, Alex.

—Apoyo lo que sea que hagan —esperé una pequeña cantidad de tiempo para decidirme a escribir lo que pensaba— .Una condición: no se besuqueen en frente de mí.

—No es la escuela, Lex.

—Ve y sigue agitando su mundo, Cecilia.

—Deja de ser una perra, Alex.



Dicho esto, tiré el celular a otro lado de la cama y gruñí. Si algo me molesta más que los presumidos (snobs, egoístas, narcisos, hipócritas, mujeriegos, manipuladores...la lista sigue) es que me molesten sólo para restregarme en la cara un asunto olvidado (estúpido) o echarme sal en las heridas.

Gracias a Cece, todo el día me detuve a pensar por qué me hice amiga de Matt (su nombre suena estúpido, miles de veces me reí en su cara, él se reía conmigo. Durante esa semana gritaba: "Alexandria, oh sí", con un grito digno de un cantante punk de la Vieja Escuela).



"—¿Has visto mi Ipod?" —La frase que me llevó a hablarle en definitiva después de un tiempo.

—No —mis ojos estaban muy abiertos, como costumbre, siempre le hablaba a la gente de ese modo. Me decían que era "cortante".

—¿Qué tienes en la mano? —me arrebató mi celular de la mano, estaba escuchando música. Desconectó los audífonos y escuchó con una sonrisa.

—¿Blink 182? —me miró de arriba a abajo— , pensé que eras una más de las chicas Jonas.

Le arrebaté mi celular y reproduje mi canción del momento "Lovebug de los Jonas Brothers". Él rió.

—Eres tan Seattle y Los Ángeles al mismo tiempo —no puedo escuchar esa canción de Fall Out Boy, gracias a él.

—¿Qué significa? —detuve la canción, recuerdo que estaba a poco de apagarse.

—Me gusta tu estilo, Jean —Matt se quedó mirando el celular en mi mano y luego a mi cara.

—Alexandria —lo corregí. Sólo el grupo social de adictos a los cómics de Marvel podía decirme "Jean" por "Jean Grey" de los X-Men.

—Alex —se cruzó de brazos; Matt vestía con mucha elegancia y de vez en cuando presumía su sensualidad. La Alex de 13 años sólo se interesaba en una cosa: Aprender tiro con arco (¿inesperado?).

—Es una opción —tomé mi mochila y sacudí la mano a modo de despedida.

—¿Tu hermano es Joe? —Matt, siendo tres años mayor y aún más alto que mi pequeña persona, se detuvo a ver como con torpeza le afirmaba de diferente manera: pulgar arriba, asentimiento, un marcado "Mhm". Sonrió.

Single as a Pringle: Tierna pero pesadaWhere stories live. Discover now