Capítulo Seis

75 9 0
                                    

Sábado en la noche, Jeonghan caminó a través de la puerta principal abierta de la casa de tres pisos de piedra y estuco de Jisoo. Una multitud de invitados estaban de pie en pequeños grupos bajo una enorme lámpara de araña brillante, las risas y la conversación llenaban el Hall de entrada. La fiesta había comenzado definitivamente.

—¡Feliz Navidad! —Una mujer joven en un traje de elfo con brillantes medias de red verde corrió por el oscuro suelo de madera brillante.

Ante el estridente saludo, la gente miró hacia Jeonghan. Un segundo después, un hombre se desvinculó de un pequeño grupo y a grandes zancadas atravesó la habitación.

El Maestro Jisoo.

Jeonghan tomó una respiración mientras sus nervios se ponían en alerta, como si alguien hubiera llamado a un código azul debido a un ataque al corazón.

Llegando primero, el elfo sonrió a Jeonghan.

—Vamos. Te llevaré alrededor.

—Joy, voy a mostrarle los vestuarios —dijo el Maestro Jisoo cuando se detuvo detrás del elfo. Apretó el hombro de la joven—. Gracias, mascota.

Joy lo miró hacia arriba con adoración, luego se escabulló, el pom-pom blanco de su sombrero rojo balanceándose con cada paso.

Jisoo la observó por un segundo, y murmuró:

—Mucha energía —entonces su negra mirada se volvió hacia Jeonghan como un oscuro rayo láser, del tipo que cortaría a un villano justo por la mitad.

El corazón le dio un golpe violento. El hombre se había vestido con sencillez, pantalón negro y camisa blanca, sin embargo, cuando una sonrisa iluminó su riguroso rostro, su sangre burbujeó en sus venas como una Coca-Cola batida.

—Jeonghan. Me alegro de que hayas venido —le tendió la mano, esperando pacientemente hasta que Jeonghan extendió la suya. Sus dedos se cerraron, encerrándolo en su calidez.

—Gracias por la invitación —le dijo, cayendo de nuevo en el decoro. Jeonghan echó un vistazo a sus invitados y frunció el ceño. A pesar que los dominantes estaban completamente vestidos con jeans, trajes o cueros, todos los sumisos estaban en trajes de elfo. Uno sólo llevaba un gorro de Papá Noel y pinzas rojas en los pezones. Oh Crom. El estómago de jeonghan se encogió mientras miraba hacia abajo su camisa y pantalones negros.

Al crecer, Jeonghan no podía pagarse la ropa de moda que sus amigos llevaban, y había odiado nunca encajar. Superficial o no, sus sentimientos no habían cambiado. Dio un paso atrás.

—No creo que yo...

Jisoo se rió entre dientes.

—Relájate, mascota. Me tomé la libertad de seleccionar un traje para ti.

Un elfo se pavoneó vistiendo sólo un tanga rojo y un gorro. Jeonghan hizo una mueca. ¿Quiero incluso saber lo que Jisoo consiguió para mí?

Ignorando su vacilación, Jisoo presionó una mano sobre la parte baja de su espalda y lo condujo a través del Hall de entrada al tocador.

—Dejé tu traje sobre el mostrador en una de las bolsas de mi compañía... busca el logotipo de Lee Enterprises.

—Bien —todo arreglado. Jisoo, obviamente, había puesto algún pensamiento para que se sienta cómodo—. Gracias.

—Creo que una expresión más entusiasta de gratitud era la finalidad —con un dedo, le inclinó la barbilla hacia arriba. Antes de que Jeonghan pudiera protestar, firmes labios exploraron los suyos, tentando por una respuesta. Cuando suspiró y se inclinó hacia él, Jisoo lo tiró contra su sólido cuerpo y le dio un beso que pasó de dulce a devastadoramente posesivo.

鸡 ㅤׄ ㅤ Jisoo dice míoㅤ :ㅤ JiHanHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin