Capítulo XI - Adiós y Reencuentro

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Azrael se lanzó a atacar a Lucifero y empezó una pelea que Lucifero estaba destinado a perder, pues hacía un momento el ataque de Asta lo dejó débil, a eso sumándole el poder que Azrael había adquirido ahora que tomó absoluta posesión de su cuerpo, era evidente que Lucifero perdería.

Los caballeros mágicos que aún podían mantenerse en pie, empezaron a evacuar toda la zona, pues las descargas descomunales de maná que se estaban liberando podrían matar a cualquier ser humano.

—¿¡Aún no me reconoces, Samael!? —dijo en altavoz sonriendo de forma sádica mientras lo atacaba—

Lucifero no entendía que estaba sucediendo, hasta que vió con detenimiento el rostro de Azrael y lo recordó, pero eso fue suficiente para que Azrael se aprovechara de su sorpresa y atravesara el pecho de Lucifero con su mano.
En cuanto Azrael hizo eso sujetó el corazón de Lucifero y se lo sacó.

—Maldito... Seas... —dijo en su último aliento y volviendo a su forma original—

Lucifero había muerto y todos celebraban, la mayoría pensando que Deirieri, la capitana de las lechuzas blancas había salvado el reino y el mundo. Sin embargo, los que ya sabían que no era Deirieri, estaban alerta pues no sabían que intenciones tenía.

Dió un par de pasos al frente, en dirección a los magos que se encontraban ahí y empezó su discurso.

—Humanos... —rió levemente con ironía, luego miró a Nacht— El mundo es un lugar cruel y los humanos son repulsivos; matan la belleza de este mundo y lo vuelven cruel. Esa es la verdad, sin embargo, yo me encargaré de corregir el error que se cometió en el inicio de los días. Yo, Azrael, el ángel de la muerte, convertiré este nido de víboras en un paraíso lleno de paz... —habló con mucha seguridad sin dejar de sonreír—

—¿Ya terminaste? —habló un demonio que había estado observando lo que sucedía desde el principio— Nos están esperando.

—¿Huh? —se giró a verlo— Adrammelech, ya veo... Por supuesto, vámonos, llévame con él.

Todos estaban espectantes. Pero Nacht decidió romper el silencio.

—¿Qué le pasará a Deirieri? —dijo de forma fría—

—¿Uuh? —lo miró con diversión— Ella obtendrá lo que deseaba... Pero supongo que ustedes podrían tomarlo como que murió —se rió—

Nacht iba decir algo más pero Azrael desapareció con el corazón de Lucifero en sus manos, al igual que el otro demonio que había aparecido de la nada.

Fuera de eso, todos estaban aliviados, no habían tomado lo que Azrael dijo como una amenaza sino como algo bueno.

Gran error...

Mientras todos festejaban, bueno, al menos la mayoría. Azrael ya estaba en presencia de su viejo cómplice.

—Lucius Zogratis... —sonrió ampliamente mientras Adrammelech le entregaba el corazón de Lucifero a Lucius—

—Azrael, que gusto por fin volvernos a encontrar —dijo con esa sonrisa sombría característica de él— Veo que recuperaste tu cuerpo sin mi ayuda, eso me hace sentir un poco mal.

—¡Vamos! Es mi cuerpo, era obvio que lo iba a recuperar. —dijo luego de soltar una risa divertida— Pero aun así, la atadura no se ha roto completamente, necesito que fabriques un cuerpo para la niña y liberes el mío por completo.

—Vaya, Azrael. No me digas que te encariñaste con el señuelo. —dijo sin dejar de sonreír—

—Nada de eso, pero acostumbro a cumplir mi palabra, además no solo tú puedes tener subordinados, ¿¡yo qué!? —aparentó estar ofendido y Lucius solo rió levemente— Además nos será muy útil.

—Está bien, en cuanto asimile a Lucifero y el poder de mis hermanos lo haré, además necesito algunos paladines y ya tengo algunas opciones en mente. —dijo desde lo que parecía ser un trono— Pero dime, ¿crees que pondrá su corazón a nuestra disposición?

—Uh... Sobre eso, hay un chico muy especial, sé que si lo conviertes en uno de tus paladines ella obedecera ciegamente a tu voluntad, por lo tanto a la mía también. —sonrió sin pesar alguno—

—Vaya, vaya. Lo tienes todo calculado —dijo con total naturalidad—

—Sabes que no muevo una pieza sin tener fríamente calculado mi siguiente movimiento. —Se encogió de hombros—

Ambos rieron como si nada, empezando la siguiente fase de su plan.

Después de aproximadamente unos nueve meses, Lucius completó la asimilación del poder de sus hermanos al igual que el de Lucifero. Para Azrael era un tiempo récord, estaba muy orgulloso de haber escogido bien al hombre que cargaría con el supuesto renacimiento de la humanidad. Cada día durante esos nueve meses, Azrael estuvo pendiente junto a Adrammelech de cuidar a Lucius durante el tiempo que este estuviera en el proceso de la asimilación. Naturalmente, Azrael debía asegurarse de que su pieza más importante estuviera en perfectas condiciones para cumplir su objetivo. Y así fue. Tras nueve meses de espera, empezó el sombrío plan.

—Si sigues pensando así te explotará la cabeza —lo primero que llegó Nacht fue el humo de su cigarro—

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—Si sigues pensando así te explotará la cabeza —lo primero que llegó Nacht fue el humo de su cigarro—

—Deberías dejas de fumar, hay personas además de ti y les desagrada —dijo con indiferencia—

—No vengas a hacerte el santo conmigo que no te queda —Yami no iba a dejar de fumar aunque le pagaran— Pero eso que importa, llevas meses deprimido, ¿no crees que deberías hacer algo más que vivir en la miseria todo el tiempo?

Nacht no dijo nada, él había visto claramente como Deirieri había desaparecido hasta no quedar nada de ella, siendo sustituida por ese ser que se autoproclamaba a sí mismo un ángel. Se negaba a creer que Deirieri, la chica inconmovible y llena de determinación que había conocido desde la infancia fuera un simple caparazón que alvergaba a ese ser tan cruel y cínico.

—No puedo creer que seas tan idiota como para pensar que murió —Nacht lo miró de repente sorprendido—

—¿Qué quieres decir? —habló en un tono entre triste y frío—

—Usa la cabeza idiota. La enana gritona y terca que conocí no moriría tan fácilmente —le dió otra calada a su cigarrillo— Deirieri sigue con vida, seguramente dentro del cuerpo de lo que sea que sea eso.

Las palabras de Yami, pese a que eran muy desconsideradas, de cierta forma eran reconfortantes para Nacht. La idea de que Deirieri estuviera con vida lo hacía tener una pequeña esperanza en su frío corazón.

Y así, con esa leve esperanza continuó viviendo, si ella estaba viva no podía permitirse morir o ser débil. La esperaría sin duda...

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Hasta aquí el cap de hoy. Pronto vendrá a Deirieri algo que la hará abandonar sus ideales y todo lo que representaba para ella ser un caballero mágico y tendrá que escojer entre preservar su esencia inicial y sus ideales y aquello que la hizo diferir de la razón durante años.

Pero bueno :D nos leemos luego. Gracias por leer.

Entre Sangre y Sombras (Black Clover) - Segunda Parte Where stories live. Discover now