Capítulo III - De regreso al Trébol

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Reino de la Pica

Era un día frío, como siempre, oscuro y lugubre. El sol de mediodía hacia que la nieve se viese más blanca, pero sin dejar de tener una luz muy fría.

—Así que te irás... —habló una chica rubia mientras se ponía a un costado de él—

—Partiré hoy en la noche —dijo sin más—

—¿No puedes quedarte? Digo... No sé ¿No hay nada que te detenga en este lugar? —lo miró con ilusión—

—En lo absoluto. —Su tono era amable, pero de alguna manera se sentía vacío y seco—

—¡Por favor! ¿¡No entiendes que te amo!? ¡No quiero que te vayas! —dijo entre lágrimas, él solo la miró, ahora con un semblante frío—

—No me conoces, por tanto no puedes amarme, amas a alguien cuando lo conoces completamente, sus virtudes y sus defectos, y aprendes a amar esos defectos con el tiempo —dijo en un tono seco, mientras la rubia lo miraba con los ojos llenos de lágrimas— Aunque claro, eso es solo lo que he escuchado, pues yo no siento tal cosa como el amor.

—¿Por qué eres tan duro conmigo? —dijo quedándose atrás haciendo que él se detuviera—

—La verdad es dura, no puedo hacer nada al respecto, además, odio a la gente que miente —dijo poniendo la misma sonrisa de hace un momento—

—No... Hay alguien más... ¿Verdad? —se quedó callado— ¿Quién te hizo tanto daño? Yo... Yo podría intentar repararlo si me dieras una oportunidad...

—Si, así es, hubo alguien más en el pasado, y el daño se lo hice yo. —la chica lo miró incrédula— Además, sé que lo que sientes no es esa clase de amor, te rescaté cuando eras apenas una niña de ocho años ¿Te das cuenta de lo ridículo que es esto? —siguió sonriendo— Sé que te convertirás en una gran mujer y encontrarás a alguien que valore tus sentimientos, pero yo no puedo hacerle cargo de eso.

—Pero... —Ya no dijo nada, él había desaparecido entre las sombras— Adiós... Nacht...

Así es, Nacht había pasado los últimos 10 años infiltrado en el reino de la Pica ¿razón? El día que dejó a Deirieri en la tumba de su hermano, antes de que ella llegara Yami lo había convertido en el vicecapitán de su orden, "Los Toros Negros" solo había pisado la base una vez antes de marcharse a la Pica. Aunque en el fondo lo que más deseaba era estar lejos, esa era la principal razón por la cual tomó la iniciativa de irse a ese reino.
La culpa, los remordimientos lo carcomian día y noche, la muerte de su hermano era algo que llevaba consigo todo el tiempo y además... Sabía que por su culpa Deirieri había sufrido, al principio pensó que había hecho lo correcto ese día, pues según él, alejándola de él, ella estaría mejor, no quería que sufriera más pero con su decisión únicamente la daño peor de lo que ya estaba. Un año después de su partida, Nacht reflexionó sobre la forma tan déspota e hiriente en que la trató justo después de que en medio de su sufrimiento, ella le dijo que lo amaba, es más, ni siquiera la dejó terminar la oración, así que la buscó, pues con su magia de sombras podía ver lo que fuese, siempre y cuando hubiese una sombra en el lugar, no importa si era pequeña o grande si estaba muy iluminado o no, el podía encontrar lo que sea y a quien sea. Sin embargo, nunca la encontró, pensó lo peor, pues la única forma en la que no podría encontrarla es que ella estuviese muerta.

Después de un tiempo se resignó a dejar de buscarla y se enfocó de lleno en su misión.

En estos 10 años Nacht había cambiado de una forma radical, no solo físicamente, pues dejó atrás su apariencia de delincuente y adoptó la de su hermano, era como ver a Morgen otra vez, cabello negro, mismo peinado, pero sus ojos... Siempre reflejarian su alma, dando a conocer que pese a todo seguía siendo Nacht, aunque su personalidad había cambiado, en su mirada podía verse que era él.

Entre Sangre y Sombras (Black Clover) - Segunda Parte Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum