Capítulo IX - Inmersión Completada (Ángel contra Demonio)

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Estamos perdidos...

Narra Nacht

Asta falló... De alguna manera Lucifero se recuperó del ataque mortal de antimagia de Asta. El chico está exhausto, pero no se rinde pese a estar casi al borde del colapso, pero aún así, ya que fuimos curados, Yami y yo volveremos a entrar en la pelea para ayudar a Asta.

Uso mi magia de sombras para sacarlo de ahí, pues sus músculos están cediendo ante el cansancio por haber usado esa cantidad descomunal de antimagia.

Lucifero parece haber perdido poder con el ataque de Asta, así que hizo un gran trabajo, aun así, los que nos enfrentaremos a él, ahora somos Yami y yo. Puede que quizá esta no sea la forma exacta en la que quisiera morir, pero que más da...

Recuerdos de Nacht

—Hermano... Quizá deberías ser más amable con las personas —dijo Morgen mientras caminábamos de vuelta a nuestra casa—

—Debiste volver por tu cuenta ¿Qué tal si me hubiese quedado o tomado otro camino? —dije molesto una vez más por la actitud tan bonachona de mi hermano. Pese a que tenemos la misma edad, él si se comporta como un niño de 9—

—Aun así, y pese a que no estuvo del todo bien, lo que hiciste por esa niña fue algo muy bueno —sonrió con toda la inocencia que pudo—

—¿Y qué? Estaba aburrido, me importa muy poco lo que le pase a la gente. —no mentía—

—Deberías ser más amable con las personas —insistió sin dejar de sonreír— Cuando mueras, no quiero que estés solo, hermano.

—Pff ¿Qué? ¿No piensas ir a mi funeral o qué? —dije de forma burlona—

—No deberías depender solo de mi compañía, cuando mueras, y espero que no sea pronto, deseo que estés rodeado de personas, gente que quieras y que te quieran.

En ese momento me daba igual morir solo o no, pero ahora que él no está...

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—Que ni se te ocurra morir, idiota —dijo Yami como si adivinara mis pensamientos—

—¿A quién crees que le llamas idiota, idiota? —sonreí de forma burlona, tenía tantos años de no hacerlo—

Estábamos listos para atacar nuevamente, cuando de pronto una luz roja se manifestó en medio de Lucifero y nosotros, era tan intensa que casi nos cegó. ¿Era amigo o enemigo? No lo sabíamos de momento su maná era conocido, pero al mismo tiempo muy distorsionado. Por lo visto su ki también, pues Yami dijo que no podía leerlo.

—Aléjense, ya pueden dejarnos el resto a nosotros... —dijo de forma fría—

Era su voz, estoy seguro, sin embargo, era una mezcla entre la voz de Deirieri y otra que no logré identificar.

A medida la luz se fue desvaneciendo de todo el lugar, la vi.

Estaba de espaldas a nosotros, su cabello ya era casi todo rubio, vestía una especie de armadura negra con una capa muy dañada y del mismo color, además de una guadaña también negra, la mayor parte de las plumas en sus alas eran de color blanco. Se giró levemente para vernos. Uno de sus ojos ya era completamente amarillo y el otro llevaba ese camino; y a eso sumándole la otra voz que se mezcla con la de ella, estoy seguro de que lo que me dijo antes de irse al inframundo ha empeorado a un ritmo descomunal.

Pero entonces... Mintió sobre la cura que encontraría en el inframundo ¿por qué? ¿A qué fue realmente?

Recuerdos de Deirieri

"¡Wow! Eres una perfecta mentirosa, quizá deba cuidarme de ti" ella se rió, como siempre, despreocupada. "No, quizá ellos son demasiado estúpidos" rió todavía más.

—Deja de hablar y guíame a donde se encuentran los 4 fragmentos que me faltan. —dijo de forma fría—

"Yayayaya, que ni se te ocurra desactivar la inmersión, pese a lo resistente de tu cuerpo, estar aquí mataría a cualquier humano" dijo mientras localizaba los fragmentos restantes del alma de Morgen y proyectaba su ubicación en la mente de Deirieri.

Durante el viaje de Deirieri por el inframundo, el ser dentro de ella le indicó que antes de buscarlos, debían buscar unos artefactos, pues sin ellos les sería más difícil defenderse de los demonios que intentarían devorar su alma.

Cabe aclarar que el tiempo pasa de una forma diferente en el inframundo. Así que dos semanas después de vagar por ahí buscando los artefactos que el ser le indicó, emprendieron la que se suponía era la verdadera búsqueda. Pasaron aproximadamente 3 meses en el inframundo peleando a muerte con los demonios que intentaban devorar sus almas, hasta que por fin, reunieron los 4 cristales qué contenían los fragmentos restantes del alma de Morgen. Mientras tanto en la tierra habían pasado apenas un par de días.
Y al estar tres meses expuesta a la inmersión del ser, Deirieri había perdido gran parte de su humanidad, tal y como se había acordado; aún así, a ella le daba igual, ahora por fin podría cumplir su objetivo, traer de vuelta a la luz de su vida.

"Mira mira, justo a tiempo, cuanta eficiencia" a estas alturas ya no hablaba en la cabeza de Deirieri, sino directamente, mezclando su voz con la de Deirieri. "Prepárate para lo que viene niña, dentro de poco conocerás a tu padre, y seguramente tendrá un regalo para ti"

Deirieri estaba demasiado confundida, pero no le dió tiempo siquiera de pensar, pues él portal del Qliphoth se había abierto y era ahora cuando debía salir.

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Narrador omnisciente

—Dejen de perder el tiempo y salgan de aquí —habló su doble voz y ellos obedecieron—

"Bueno... Fue un placer compartir este cuerpo contigo, no te preocupes, verás con tus propios ojos la resurrección de tu querido Morgen." esta vez la voz del ser era fría y seria.

Cómo última señal de la humanidad de Deirieri en aquel cuerpo, se vio una lagrima caer por su mejilla izquierda.

Hubo silencio un momento, y la brisa se llevó lo que parecía ser un cascarón de lo en su momento fue Deirieri. Nacht miraba esto desde lejos, Bram también; en la mente de ambos, la habían perdido para siempre...
La única mujer que les mostró el camino de la Luz, la única mujer a la cual habían amado, se había ido para siempre.

Yami por otro lado, miraba la escena con el corazón hecho pedazos, pero aún así, solo miraba la escena con un semblante frío.

En cuento a los miembros de su orden, en su mayoría malheridos, habían perdido a su capitana, la mujer que les había dado la oportunidad que otros les negaron, la oportunidad de vivir, se ser amados...

Pero esto apenas comenzaba, Lucifero seguía ahí, y alguien debía matarlo. Lucifero lanzó un ataque al ser frente a él; pareció haber atinado, pero el ser apareció detrás de Lucifero como si nada, empuñando su guadaña y mirándolo con un destello de sadismo en los ojos, a punto de lanzarle un ataque con su guadaña.

—¡Nos volvemos a encontrar!... ¡¡SAMAEL!!

Entre Sangre y Sombras (Black Clover) - Segunda Parte Where stories live. Discover now