Capitulo 43: Disparas y yo también lo hago.

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Narra Emma:

Estaba en la parte subterránea del lugar, había agua estancada y olía como el infierno. Sostenía la pistola con fuerza, sentía que mis manos se debilitaban, mi frente goteaba de sudor y mis labios temblaban de tanta adrenalina.

Seguí caminando pero era inútil, no encontraba absolutamente nada.

Pase minutos y minutos caminando ¡¿Qué mierda es esto?! Parecía un laberinto sin salida, había más túneles a los cuales cruzar a que una maldita salida.

- ¡Joder! – grite frustrada.

El eco se empezó a escuchar por todos lados. Escuche como el eco se desvanecía a la nada pero en un túnel de detenía y en el otro no. Empecé a seguir mi eco y cada vez que se desvanecía y no lo lograba alcanzar, gritaba de nuevo. Después de unos minutos llegue a una escalera y pude ver encima mía una puerta.

- Bien, lo logre. – me coloque la pistola en mi pantalón y empecé a subir las escaleras para llegar arriba.

Salí de los túneles y lo primero que vi fue al maldito hermano de mi padre. ¡Y lo peor de todo que no sé cómo se llama!

- Felicidades, has encontrado la salida. – sonrió sínicamente. – Atrápenla – cambio su gesto a duro.

Dos hombres caminaron hacia mí y yo me apresure a sacar el arma, los hombres retrocedieron dos pequeños pasos.

- No voy a dejarte ganar... - apunte hacia él. – No otra vez. –

Estuve a punto de jalar el gatillo pero alguien tome mi brazo fuertemente que hizo que botara el arma y lo coloco detrás de mi espalda, sentía el filo de un cuchillo en mi cuello y la respiración de la persona en mí oído.

- Bien hecho, Zachary. – aplaudió el señor.

Zachary...

- No eres muy lista, Emma. – rio.

- No sabes cuánto te odio... - dije con dificultad. Esto no era para mí supuesto tío, esto era para Zachary.

- ¿Qué hago con ella, James? – pregunto Zachary ignorando mis sabias palabras.

Se llama James, el malnacido de mi tío.

- Amárrala en el último piso. – dijo James sosteniendo su teléfono. – Haremos unas pequeñas llamadas. – rio.

Sabia a que se refería con esas llamadas, si mi madre se entera que estaré a punto de morir entrara a la locura. Zachary quito el cuchillo de mi cuello y sostuvo mis dos brazos. Empecé a pelear contra la fuerza de él, aunque era me veía muy inútil haciéndolo.

- ¡No te atrevas! – grite. - ¡Deja en paz a mi madre! – seguí forcejeando.

Zachary empezó a amarrarme mis manos.

- Cállala, Zachary. – dijo James dándome la espalda.

Después de terminar de amarrar mis pies, Zachary se levantó.

- No hagas las cosas más difíciles, Emma. – susurro detrás de mí.

Sentí como el me abofeteaba la mejilla. Mi labio se había reventado. No sabía porque pero empecé a reírme.

- ¿Qué es tan gracioso? – volteo a hablarme James.

- Ustedes. – dije levantando mi cabeza para verlos. – Son tan idiotas. – volví a reír.

- Encárgate de eso – ordeno James a Zachary.

¡¿Eso?! ¡¡¿Eso?!! ¿Ahora era un objeto o qué?

Love Criminal (2da Edición) - El Imperio HudsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora