Capitulo 42: Pelea o Muere

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Me había quedado dormida, mi cuerpo dolía y sentía fuertes punzadas en mi cabeza. Escuche como la puerta de hierro rechinaba y lastimaba mis oídos.

- Levántate - ordeno un hombre.

Este tenía unas jeans gastados y con una camiseta de tirantes negra mostrando sus tatuajes.

Empecé a tratar de pararme pero era inútil, me sentía débil.

- No... - intente un poco más. - No puedo hacerlo. - me deje caer.

El hombre se acercó a mí, con fuerza sostuvo mi brazo y me levanto de un jalón. El brazo me dolía de su fuerte agarre.

- Me lastimas - me queje.

- ¡Cállate! - apretó mi agarre. - Iras a comer, te limpiaras y luego te mostrare el lugar. - me ordeno.

¿Mostrarme el lugar? Ni que fuera una invitada, y si lo fuera esta no es la forma de tratarlas.

***

Hice todo lo que dijo el hombre, él me había mostrado donde iba a comer, donde estaba el baño y ahora me iba a mostrar el lugar. Me había colocado unos jeans azules con una camisa blanca y unas vans que me había dejado.

- Este lugar no es un paraíso, así que espero y sepas cuidarte bien porque si no morirás - me advirtió el hombre.

- ¿Morir? - pregunte confundida.

- No me preguntes nada - dijo con dureza.

Le hice caso, no iba a preguntar más.

- Aquí pelea o muere - abrió un gran portón negro.

- Tengo miedo... -admití.

Esto no estaba sonando nada bien, ese portón lleno de grafitis escondía algo detrás de ella. Algo que pondría en peligro mi vida.

- No quiero entrar - me aleje dos pasos.

- Son órdenes y las vas a cumplir. - El termino de abrir la puerta y me empujó hacia adentro.

Me di media vuelta rápido para poder salir corriendo pero el hombre volvió a apartarme y termino cerrando el portón.

El miedo me invadió rápidamente. Había otra puerta de hierro que tenía otros dos guardias cuidándola. Uno de ellos la abrió y pude ver que esta me llevaba a un sótano o algo por el estilo.

- Entra - me ordeno el guardia de la izquierda.

Camine a paso lento hacia ellos mientras miraba a mi espalda si alguien estaba ahí para ayudarme, estaba sola en esto.

Entre y unas escaleras me dirigían hacia abajo. Las empecé a bajar y la puerta de hierro se cerró dejándome en la obscuridad.

- ¡No puedo ver nada! - grite.

Nadie me había escuchado o a lo mejor me habían ignorado.

Me senté en la gradas y baje arrastrándome, tenía miedo de tropezar. Cuando ya no había más gradas a lo lejos de un pasillo había una pequeña luz. Camine hacia ella, vigilando o tratando de cuidarme de cualquier amenaza.

Cada vez que me acercaba a la luz, escuchaba gritos y disparos. ¿Qué mierda pasaba ahí?

No podía regresar ya que si lo hacía no iba a ver nada y no me abrirían la puerta. Camine un poco más rápido para salir.

Cuando llegue a la luz me cegó por completo hasta que pude acoplarme a la luz solar que iluminaba un barrio. El barrio estaba lleno de grafitis y se sentía olor de drogas por todos lados.

Love Criminal (2da Edición) - El Imperio HudsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora