Capitulo 38: Te conozco

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Ya tenía mi Ferrari negro y estaba en camino hacia las carreras. No sé mucho de autos pero la mayoría de persona habla de esta marca así que... fue en el primero que pensé.

Llegue al lugar de carreras y me inscribí para competir contra Ian.

°°Espero y esto funcione.°°

Me coloque mi chaqueta que cubría todos mis tatuajes hasta el cuello y me recogí el cabello para colocarme el casco negro que había comprado aparte.

Con esto no sabrá que soy yo.

Narra Ian:

Estaba a punto de correr con un tal "Furia Nocturna", la persona cual había colocado en anónimo apostaba que se acababa de inventar ese alias. Me dijeron que era un nuevo corredor y que no iba a ser competencia para mí, pero eso no me importaba yo iba a correr como yo podía.

Anunciaron mi turno y me coloque en la línea de salida, por el retrovisor vi como un Ferrari negro se colocaba a la par mía y este bajo su vidrio para luego verme. Pero yo no podía verlo, llevaba un gran casco negro cubriendo su rostro.

No encontraba pista alguna de conocer a esa persona y un mal presentimiento me invadió.

Me concentre en la chica de escaza ropa de enfrente y cuando agito la banderilla acelere como ya sabía hacerlo. La otra persona hizo lo mismo y me sorprendí al ver que el auto era potente y veloz.

Acelere más y quede a su nivel, podía ver a la persona desde aquí ya que su vidrio seguía abajo pero cuando volteo a verme subió el vidrio.

°°¡Concentrate, Ian!°°

Seguí con la vista al frente y acelere, estábamos a escasos metros para llegar a la línea de meta pero vi como había un desvió nuevo, eso no era nada bueno. La mayoría de veces los desvíos tenia retos demasiados peligrosos.

Seguí acelerando y vi como el Ferrari negro se quedaba detrás de mí, sonreí orgulloso pero me arrepentí al ver la curva muy cerrada que estaba al frente de mí. En vez de poderla domar detuve el auto con un gran frenazo que hizo que me golpeara la cabeza.

- Mierda – gruñí.

Vi pasar el Ferrari con facilidad la curva y volví a acelerar, no iba a dejar que ganara.

Estaba de nuevo nivelados pero la persona que iba en el auto, no sé cómo lo hizo pero el auto acelero aún más (Y no uso nitrógeno o algo parecido) y quedo justamente delante de mí que tuve que frenar un poco para no golpear mi auto.

Vi como el Ferrari atravesaba la meta tomando de ventaja ese freno que había hecho y yo le seguí para luego golpear el volante frustrado.

Tenía ganas de golpear a esa persona que vi como su auto se detenía a la par del mío y bajo el vidrio. Hizo una seña para que le siguiera.

Quería saber de quien se trataba esa persona así que la seguí. Llegamos a una bahía aislada y baje del auto tomando como una meta ir a matar a esa persona con mis propias manos. Era el rey de estas carreras y nunca nadie me había derrotado de esa manera tan humillante.

- ¡¿Quién eres?! – grite furioso.

La persona bajo del auto y con la ropa que llevaba demostraba que era una chica. ¡Carajo! ¡Una chica me había ganado!

- Quítate ese casco – la señale con furia.

Estaba enojado pero ya había descartado la idea de golpearla.

La chica que estaba enfrente de mí se quitó el casco haciendo notar su cabello rojizo y su cara. Me quede petrificado al verla parada ahí, enfrente mía. Hace mucho que no la miraba, ya no recuerdo que era sentirse feliz y amado pero ella había revivido todos esos recuerdos.

Love Criminal (2da Edición) - El Imperio HudsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora