El Café Del Amor

Especial Cumpleaños

I want to wear his initial
On a chain 'round my neck
Chain 'round my neck
Not because he owns me
But 'cause he really knows me
(Which is more than they can say)
Call it what you want; Taylor Swift.

Nota: Este apartado es un especial, no sigue la línea del tiempo actual de la historia, por lo tanto, Charles y Elizabeth ya son pareja oficialmente. Probablemente contenga algunos spoilers.

ELIZABETH:

Hoy es mi cumpleaños, genial.

El año pasado hubiera pensado “un día más cerca de la muerte” pero este año, no. Este año me siento feliz por todo lo que ha pasado.

Sin levantarme de mi posición en la cama, estiro mi brazo para alcanzar el cuerpo de mi novio, pero frunzo el ceño al darme cuenta que no hay nadie, solo la sábana fría, indicando que se había levantado hace rato.

Me levanto de la cama y me pongo unas bragas y una camiseta de él que me queda grande, dándome cuenta de una nota en la mesita de noche.

“Buenos días, Mon amour, ¿Lista para tu gran día?”

Sonrió inmediatamente al leer eso y al abrir la puerta de nuestro cuarto para salir, me doy cuenta de que en el piso hay un camino de pétalos de rosas.

Camino siguiendo el rastro y llego a la sala, encontrándome con una escena que me hizo sonreír aún más de la emoción.

Estaba Charles, vestido de traje, intentando acomodar a Mandarina, quien vestía un lindo vestidito rosado y pareciera a punto de rasguñar a mi novio, y a Thor, el Golden Retriever que habíamos adoptado desde bebé unos meses después de hacernos pareja, quien usaba una corbata y veía con la lengua afuera a Charles y a Mandarina “discutir”.

Thor al verme, ladró y corrió hacia mí, emocionado, empezando lamber mi cara y mis manos mientras lo acariciaba.

Charles al darse cuenta de que ya estaba despierta, se acerca a mí con una sonrisa cuando Thor se aleja, poniendo sus manos en mi cintura y acercándome a él mientras yo ponía mis brazos alrededor de su cuello.

-Buenos días, Mon amour, feliz cumpleaños, mi niña linda.- Dice acercando su cara a la mía.

Sonrío ante sus apodos y nos damos un beso suave pero que demuestra todo el amor que nos tenemos. Nos separamos por la falta de aire y nos quedamos mirando mutuamente con una sonrisa.

-¿Estás lista para tu gran día? Tengo planeado muchas cosas y tú debes seguir el plan al pie de la letra, ¿De acuerdo?- Pregunta mirándome con una ceja alzada.

-De acuerdo, señor mandón.- Digo bromeando, a lo que él responde dándome un pequeño beso en la nariz.

-Ven, te hice el desayuno.- Dice llevándome de la mano hacia la mesa.

-¿Y no te quedó nada crocante, mi amor?- Digo sonriendo traviesamente, acordándome de nuestra primera cita, hace más de dos años, donde la pasta le quedó crocante, es decir, cruda.

-Siempre me lo recordarás, ¿Cierto?-

-Claro, es mi deber como tu novia molestarte.- Digo guiñandole un ojo y sentándome a su lado para empezar a comer lo que él preparó que era fruta, pancakes y jugo de naranja.

-Bien, acá está lo que tienes que hacer.- Dice mostrándome su celular que tenía de fondo de pantalla una foto de nosotros haciendo un corazón como el de Fearless con nuestras manos, mientras que con la otra yo cargaba a Mandarina y él cargaba a Thor, cuando era más pequeño. -Primero vamos a desayunar, luego te pondrás el vestido y los zapatos que te regalé.-