Angstruary | 2024

10 | Banca Rota | GoYuu

"Una vida de pesares"

Yūji mantenía una buena relación junto a Kugisaki, la castaña que conoció hace muchos años, al principio iniciaron como amigos, riendo, saliendo de fiesta, conociendo sus pesares amorosos, comiendo juntos y molestando a Fushiguro por supuesto, sin embargo, él tenía una condición.

Esa condición la aborrecía demasiado, no le gustaba, lo odiaba porque las veces que había intentado algo con alguna otra chica o incluso chicos, siempre que salía a relucir aquello lo votaban porque pensaban que era un fenómeno, algo que comenzó a odiar, pero nadie lo sabía.

Kugisaki fue quien lo mantuvo a flote, evitando que se hundiera en ese mar de desesperación en que siempre se quería hundir cada vez que alguien lo rechazaba.

—Otra vez te botaron — fueron las palabras de la chica en cuanto lo vio en la sala de estar comiéndose un bote de helado.

—No hables de eso — fue lo que murmuró sin dejar de comer ese helado.

—Sabes que si te boto es porque no te ama lo suficiente Itadori, no llores y sufras por alguien que no vale la pena — sentándose a un lado de él, tomó del bote de helado y comenzó a comer del bote — además, ya encontraras a alguien que te quiera con esa condición — una pequeña sonrisa se formó en sus labios y es que era cierto.

Era cierto que alguien llegaría a su vida a quererlo de la forma más linda y sincera posible, más nunca imaginó que fuera Kugisaki, no parecía ser amoroso con nadie, más que con él, fue en esa ocasión en donde comenzaron a salir más seguido, en pasar noches de películas, las cuales solo le gustaban a Yūji y Kugisaki hacía todo de sí para no irse y terminar viendo esas horribles escenas del hombre lombriz o la lombriz humana, no sabía ni cómo se llamaba aquel intento de película.

Pero fue gracias a eso que pasaron más tiempo juntos que se dieron cuenta que comenzaron a desarrollar sentimientos por el otro.

Incluso Fushiguro los veía completamente felices.

¿Entonces qué era lo que estaba haciendo Yūji en la cama de otro hombre y sin ropa?

Cierto, ahora lo recordaba, su madre lo había vendido a un hombre rico, todo porque ellos habían terminado en bancarrota debido a sus malas inversiones, pero ¿Por qué tenía que pagar él por las malas decisiones de sus padres? ¿Tenía algo de sentido eso? ¿Qué pasaba con Kugisaki? ¿Siquiera sabía lo que estaba pasando?

No está muy seguro de cómo llegó ahí, es más, no recuerda ni cómo llegó, ni qué fue lo que hicieron y del porque estaba desnudo, aunque se hace una idea debido al sudor en su cuerpo y un extraño olor.

Claro, cayó en cuenta de lo que estaba pasando en cuanto vio a ese hombre salir de lo que parecía ser el baño. Se acercó a él lentamente hasta posar una de sus piernas en la cama para después acariciar su mejilla, acercó su rostro hasta estar lo suficientemente cerca.

—Hice una buena compra — Yūji no dijo nada, no podía ¿Acaso sus padres lo vendieron? — pronto podré tener el heredero que tanto desean — aquello lo hizo temblar y no solo por el enojo y la decepción que sentía, había algo más, pero no sabia que era.

Por supuesto, sus padres lo habían vendido como algo exótico, después de todo, él era un hombre que podía quedar embarazado. Sin embargo, en el fondo se siente asqueado, usado y denigrado tanto como persona, así como su dignidad, solo sería usado de mil y unas formas, además, ni tiempo de despedirse de Kugisaki le dieron.

¿Qué era lo que pasaría con él a partir de ese momento? Y como si lo supiera, comenzó a llorar, porque no estuvo tan lejos de lo pensado.

Pues cada noche, ese hombre lo tomada de una y otra forma, cada vez que se resistía, un golpe en su mejilla tenía, pronto, las manchas oscuras y algo moradas eran parte de su cuerpo y rostro, no salía de casa, ni siquiera podía salir al jardín, poco a poco comenzaba a marchitarse como si de una flor se tratara, todo porque fue vendido, todo porque su familia quedó en bancarrota.