capitulo XXXIX

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-hyein deja de moverte- la reprendió la niña.

-Es que no resisto- habló con la voz temblorosa tratando de mantener la postura.

-Solo un poco más- hablo eunchae con la voz aguda mientras se ponía en puntitas sobre los hombros de su mejor amiga- ya casi las alcanzo.

-Nos van a regañar otra vez- se lamentó la pequeña pelinergra soltando un sonoro suspiro- la última vez no pudimos meternos a la piscina por una semana.

-Pero son nuestras galletas- trato de hacerla entrar en razón eunchae.

-Pero nos las van a dar después del almuerzo.

-Para eso faltan muchas horas- hablo la pequeña- además solo vamos a comernos una.

-Está bien- respondió dándose por vencida.

Cuando al fin eunchae había alcanzado el tarro donde estaban sus galletas favoritas un mal cálculo hizo que este resbalara de su mano y cayera de la alacena golpeando en el borde del enorme mesón de mármol blanco haciendo que se quebrara en cientos de pedazos, uno de ellos rebotó sobre el piso e impacto en el tobillo de hyein que comenzó a sangrar al instante.

-eunchae..... eunchae- dijo hyein sintiendo como algo caliente resbalaba por su tobillo.

Eunchae saltó de los hombros de su mejor amiga hacia el lado opuesto donde estaban todos los vidrios y vio como hyein estaba sangrando en el tobillo izquierdo, asustada la pequeña corrió hacia el jardín donde estaban las madres de ambas.

-Tía yunjin- gritó asustada- hyein está sangrando.

Las cuatro mujeres se pusieron de pie y corrieron hasta la cocina para encontrarse con el enorme desastre provocado por las niñas y una pequeña línea de sangre en el tobillo de la pelinegra del que pensaron que sería mucho peor, chaewon dejó escapar el aire que tenía retenido en los pulmones a causa del miedo al escuchar sangre y hyein en la misma oración.

-Gracias a Dios no ha sido algo peor- hablo yunjin más tranquila agachándose a la altura de su hija que la miraba con temor a ser regañada- No tengas miedo princesa todo está bien- le dijo dulce después del susto que había sentido- solo debo lavar la herida y prometo que en una semana ni siquiera lo recordarás- la pequeña asintió.

-eunchae estas castigada- hablo minji seriamente mirando el desastre en la cocina- te dije que no galletas hasta después de la comida y mira lo que hiciste, pudo haber sucedido algo mucho peor.

-Lo siento- se disculpó bajito.

-No es solo su culpa- salió a la defensa la pelinegra- yo la ayudé.

-Es cierto- secundo chaewon- ambas hicieron esto no es solo culpa de eunchae, hyein también está castigada.

-Primero lavare la herida de hyein y luego discutimos el castigo entre todas- río yunjin- además debemos seguir discutiendo sus despedidas de solteras.

-No por favor- chilló hanni cubriéndose la cara- suficiente tengo con Danielle.

-Lo siento señora hanni pero va a casarse- dijo chaewon en broma tomando a hyein en brazos para caminar al baño junto a su esposa.

-Aún puedo arrepentirme- respondió haciendo que minji fijará su mirada espantada rápidamente en ella.

-Estoy bromeando.

-Más te vale o juro que planeó la boda para hoy mismo así no cambias de parecer.

-Mejor ven aquí min llevemos a eunchae a cambiarse de ropa.

-Bien mi amor- dijo siguiéndola por la casa hacia las enormes escaleras blancas de mármol con barandillas doradas que daban hacia la planta superior- yo hago todo lo que tú me pidas- hanni giro los ojos mientras sostenía la mano de su hija.

no me rendireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora