capitulo XII

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A la mañana siguiente las cosas no habían mejorado, eunchae había seguido con su comportamiento indiferente hacia minji y evitó a toda costa presionar a la pequeña con preguntas así que ambas simplemente ignoraron lo que había pasado la noche anterior.

Minji llamó a Amelia aquel día para que cuidara a eunchae mientras ella estaba en la oficina, la niña no se despidió de su madre cuando estaba saliendo, se concentró en sus caricaturas como si nadie más estuviera en el lugar, minji tuvo que apretar sus dientes antes de que sus emociones la controlarán y hablaran por ella.

-Buenos días- saludó amablemente la enfermera apenas la vio entrar a la habitación- pensé que ya no iba a venir más.

Minji le regaló una amistosa sonrisa.
-Han sido unos días un poco difíciles- respondió la chica con la voz baja.

-Lo siento mucho por eso, ahora las dejaré a solas- dijo sonriendo para luego salir de la habitación.

Minji se sacó sus zapatos y dejó su cartera en la silla que estaba a un lado, luego con mucha naturalidad se recostó en la camilla junto a hanni dejando un beso en su frente para luego recostar su cabeza en el hombro de la más pequeña.

-eunchae me odia o por lo menos eso parece- fue lo primero que salió de la boca de minji comenzando a jugar con los dedos de hanni- ella ni siquiera me quiere cerca y....y es horrible- un suspiro salió de la chica seguido por una lagrima- quiero hacer las cosas bien esta vez hanni, quiero que nuestra hija este bien y sea feliz pero está pasando todo lo contrario, yo solo estoy empeorando todo en su vida.

La chica trató de contener las lágrimas sin embargo falló en el proceso, cuando al fin logró calmarse se dio cuenta que llevaba más de cuarenta minutos en la habitación de la pelinegra y que ya debía estar en el trabajo, de a poco y contra su voluntad se levantó de la camilla para colocarse sus zapatos y recoger su cartera.

-Te extraño- dijo acercándose a dejar un beso en la mejilla de hanni- te extraño tanto que no te harías una idea.

                              [....]

-minji puedes cambiar esa cara- dijo haerin entrando a la oficina- tenemos una reunión en una hora, parece que saliste de un funeral.

-No estoy para bromas- respondió de mala gana la chica dejando su bolígrafo a un lado- ¿Qué haces en mi oficina?

-Simplemente quería saber cómo ibas- dijo cruzándose de brazos acercándose a su escritorio- pero por lo que veo no es nada bien.

-eunchae sigue igual.

-¿Fueron con la psicóloga que recomendó jennie?

-Si- minji se recostó en su silla y puso su cabeza hacia atrás mirando el techo de su oficina- Dice que no la quiero, que no quiere que yo sea su madre porque en todos estos años jamás estuve para ella y...y- la voz de la chica se quebró- no sé qué hacer haerin.

-Ven aquí- se levantó de su silla y corrió a abrazar a su mejor amiga- siempre supe que solo alguien igual a ti podría doblegarte y mira, tu hija de cinco años pudo contigo- dijo tratando de bromear y funcionó, una pequeña risa salió de los labios de la chica- no puedo creer que estés aquí lamentándote cuando deberías estar pensando en cómo hacer que tu hija sepa que la amas, si ella no te quiere cerca no corras lejos de ellas, pensara que de verdad no te interesa ¿recuerdas los primeros días? Decías que ni siquiera quería hablar y luego ya no podías hacer que hiciera silencio, ella te quiere minji ahora simplemente está muy dolida, tienes que tratar de entender que esto es mucho para ella.

-Dios soy tan imbécil- dijo levantándose de la silla y comenzando a caminar por la habitación- la psicóloga me dijo que no la presionará diciéndole cosas u obligándola a que interactuar conmigo pero tampoco estoy haciendo nada por ganarme su confianza, simplemente estoy haciendo lo que ella y estoy empeorando todo.

no me rendireWhere stories live. Discover now