-eunchae mi amor el desayuno está listo- gritó hanni sirviendo en los platos los huevos revueltos que había preparado para la niña- eunchae- volvió a llamarla hasta que por fin la pequeña apareció en la cocina abrazando a su rosado peluche.
-Buenos días mami- saludó sentándose en la mesa que estaba frente a la cocina, eunchae suspiró sonoramente llamando la atención de hanni.
-¿Estás bien mi amor?- preguntó- desde ayer estas apagada ¿No estás feliz de que desperté?- preguntó.
-Claro que si mamá- se apresuró a contestar, la pelinegra colocó el desayuno en la mesa y tomó asiento frente a su hija- es solo que....mamá minji estaba llorando ayer- dijo agachando la mirada- yo no quiero que ella esté triste.
-¿Estaba llorando?- preguntó tratando de ganar tiempo sin saber qué responder.
-Mami- se quejó, no había manera de mentirle a eunchae- yo creo que está triste porque vine contigo.
-Mi amor ya desperté, tenías que volver conmigo a casa, con mamá- trato de explicarle suavemente.
-Ella también es mi mamá- hanni tuvo que apretar los dientes para no soltar ningún comentario que dañara a su hija, al parecer eunchae ya estaba lo suficientemente encariñada con la chica- ¿Por qué no dejas que ella venga aquí? Así no está sola.
-Porque ella tiene su apartamento y debe cuidarlo.
-Entonces vamos a vivir con ella- le pidió- tú puedes dormir con ella y yo en mi habitación, ya sé que ustedes eran novias y se besaban en sus boca ella me lo contó- la pelinegra no sabía si reír ante la inocencia de su hija o ir a matar a minji por soltar su lengua.
-Yo debo cuidar de esta casa- trato una vez más- además ya estoy aquí, no necesitas otra mamá, yo voy a cuidarte siempre- eunchae suspiró sonoramente y asintió con la cabeza- ahora desayuna que luego iremos a ver a tía Danielle y tía Sakura que se pondrán muy contentas al saber que regresaste.
-Está bien- dijo sin estar muy convencida- pero ¿puedo ir a ver a mamá minji mañana?
-Ya lo veremos- respondió levantándose de la mesa- ahora desayuna.
[...]
Minji entró a su oficina sorprendiéndose al notar quien la esperaba, aquel día había llegado un poco más tarde porque tuvo que pasar por su departamento a alistarse y luego salir al banco, aunque había dormido sin interrupciones y por al menos nueve horas su cuerpo de sentía agitado, al parecer su cansancio emocional estaba afectándola.
-¿Qué haces aquí mamá?- preguntó sacándose la chaqueta y colgándola en su perchero para luego tomar asiento.
-Dime por favor que eunchae está en clases y que tardaste porque pasaste a dejarla- dijo con algunas lágrimas en los ojos.
-Lamentablemente no- dijo suspirando- Siento no haberte llamado ayer, no estaba en condiciones.
-¿Entonces hanni fue a tu casa?- preguntó.
-Sí y se llevó a eunchae- trato de mantener su compostura- además tengo un juicio dentro de un par de días y me pidió que renuncie a cualquier derecho que pudiera tener sobre eunchae.
-No pensarás en acceder a semejante locura- minji no respondió y simplemente miro hacia afuera y la maravillosa vista que tenía- No puedes hacer eso, es tu hija es mucho más hija tuya que de ella ¡minji!- gritó llamando su atención.
-No lo sé mamá- dijo rompiendo en llanto y jennie se levantó a abrazarla- yo no quiero separarme de eunchae pero tampoco quiero que me odie.
-eunchae te ama- dijo mirándola a los ojos- no hay manera de que deje de hacerlo.
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no me rendire
Teen FictionMinji sentía que tenía una vida perfecta en aquel momento, se había ubicado en la cima de un pedestal que ella había construido con sacrificios y esfuerzos. Cuando su padre murió y su gran amor decidió abandonarla, toda su atención se ubicó en el ne...