Mi mayor tesoro 🔮

CAPITULO 8 🔮

EN LA NOCHE

FLASH BACK

1 SEMANA DESPUÉS DE SER SECUESTRADO

El pequeño niño se encontraba teniendo un "entrenamiento" bastante brutal, freezer lo golpeaba sin parar esperando que con eso pueda reaccionar y defenderse, pero cada golpe que le daba solo provocaba mas su ira y desesperación al grado de pensar que ese mocoso no valía la pena.

Ash no vales ni mi tiempo eres una basura niño -dice el malvado freezer dándole la espalda, pero se detiene- que? jeje no me digas que ahora si quieres pelear

-respirando con dificultad- no... no

Freezer no lo deja terminar y le impacta un golpe directo a la boca del estomago provocando que el niño escupiera sangre, el malvado emperador ríe y sale de la habitación, al cerrarla la gravedad aumento.

FIN DEL FLASH BACK

Mi niño porque lloras -pregunta Shinne al notar lagrimitas en su rostro-

El pequeño seguía en la bañera, pero no podía evitar llorar, se sentía feliz de estar en un lugar seguro, un lugar donde le brindaban amor, y seguridad algo que jamás sintió, el pequeño observo las burbujas y no pudo evitar llorar, Shinne lo abraza no importándole mojarse, solo quería calmarlo.

Mami, tengo miedo -se limpia las lágrimas- tengo miedo de que... que me encuentre y les haga daño a ustedes -llorar desesperado-

No, hijo eso no va a pasar, estas seguro con nosotros -le acaricia la cabecita, perlo el pequeño sigue llorando-

Shin se dirigía a su habitación quería descansar después de lo sucedido con los soldados de freezer que atacaron los planetas de Konattsu y cereal, al pasar por la habitación de Yuudai puede escuchar como el niño lloraba, asi que pensarlo entro y se dirigió al baño.

Yuudai lloraba desconsoladamente en brazos de Shinne, el se acerca y pone su mano en la cabeza del niño, este lo mira aun con lagrimitas, su carita estaba roja de tanto llorar al igual que sus ojos estaban hinchados.

¿Por qué lloras?, ¿tienes miedo? -el niño asiente- no temas más, estas protegido con nosotros, Yuudai el planeta supremo es tu hogar ahora, este planeta es muy resistente mas que cualquier planeta que hayas visitado, además es invisible para todos, especialmente para los malvados y despiadados como freezer, él no llegara aquí -dice con un tono tranquilo en su voz- te lo prometo, y si llega y te quiere llevar no lo permitiré, te protegeré a toda costa, ¿de acuerdo?

El niño lo mira y lo abraza, shin acepta su abrazo para después unir a Shinne, ellos eran los padres del pequeño y de ahora en adelante deberán dar lo mejor de ellos para proteger a su hijo.

AL DIA SIGUIENTE

¿Bien Yuudai estas listo? -cuestiona shin-

¡Si! ¡Quiero ser muy fuerte! -dice con mucho entusiasmo, alzando su brazo y empuñando su mano-

Bueno, como estuviste en el ejército del demonio -se pone en pose de pelea- muéstrame lo que tienes, partiremos desde ahí

Esta bien -se pone en pose-

Ahora -ordena-

Ambos se lanzan al combate dándose un choque de brazo, Yuudai lanza una patada, pero el supremo logra esquivarla. El combate continuo ambos se regalaban puños y patadas, la tierra comenzaba a elevarse conforme a la fuerza y velocidad en la que eran lanzadas dichos ataques.

Yuudai intenta lanzar otra patada a las costillas de su papá, shin logra bloquearlo y comienza con una serie de puños lanzados al niño quien los esquivaba a duras penas, ya que shin era mucho mas veloz, el de piel lavanda logra impactar una patada en el estomago de su hijo mandándolo a estrellarse contra una roca.

¡Ay! -se soba el estómago- eso dolió... que fuerte eres papi -dice emocionado-

¿Estas bien? -le ayuda a levantarse y el niño asiente- bien, tomemos un descanso ya es hora de que comas

Ambos se dirigen al templo donde Shinne y Kibito ya los esperaban con la comida ya puesta en la mesa, el estómago del pequeño comenzó a hacer ruido, tenía mucha hambre, el mas pequeño del grupo tomo asiento, pero al momento de hacerlo soltó un quejido.

Estúpida cola -se queja-

Ey! Nada de esas palabras, de acuerdo -lo regaña Shinne- por cierto, tu cola es muy bonita, no te puedes quejar

Siempre la vi como un estorbo, ellos siempre querían que viera la luna y me transformará en un mono gigante para acabar con los pueblos, asi que yo lo veo como una maldición -dice triste, mientras su cola permanecía estática-

Sabes, ¿Por qué la tienes? -le cuestiona shin-

No y siempre me eh preguntado por qué... pero no tengo a quien preguntarle -comenta jugando con los cubiertos-

Eso es por que eres un saiyajin -le responde shin y ve como el niño lo mira confundido-

Es verdad, desgraciadamente ya no hay mas saiyajin... o al menos en su planeta natal -agrega Kibito-

¿Qué es un saiyajin? -cuestiona curioso-

-sonríe- los Saiyajin son originarios del planeta Vegeta, son conocidos por su capacidad para transformarse en formas más poderosas, aumentando su fuerza y velocidad. Además, poseen una cola que les permite convertirse en un primate gigante llamado "Ozaru" cuando ven la luna llena. Otra característica distintiva es su capacidad de aumentar su poder después de ser derrotados en combate, volviéndose más fuertes cada vez que se recuperan. -explica shin-

Ozaru, entonces en eso me convierto cuando veo la luna -dice-

Podríamos ayudarte a controlarlo de esa forma ya no tendrías que preocuparte, en cuento a tu cola... la podemos quitar, pero te dolerá mucho, pero realmente es algo que te distingue de los demás -dice- debes sentirte orgullos de ti, de lo que eres ahora

Yuudai contempla su colita la cual se movía de un lado a otro, en verdad le gustaba, pero siempre lo hicieron ver como un arma, algo malo cosa que ya no deseaba, ya no quería verla de esa manera, quería poder ver la luna llena sin sentir esa horrible necesidad de volverse salvaje sin sentir como su corazón parecía salirse de su pecho, miro a su papá quien esperaba su respuesta.

Quiero... quiero controlar al Ozaru y me quedare con mi colita -dice mientras la abraza tiernamente, robándole una sonrisa a los presentes-

Bueno, esta noche habrá luna llena así que podremos empezar hoy, ¿te parece? -dice shin con una sonrisa-

¡Si! ¡Quiero dominar al Ozaru! -dice emocionado y su estómago ruge-

-ríe- bueno mi niño a comer -ordena Shinne-

Todos comienzan a disfrutar de los alimentos y el pequeño ya sacaba a relucir ese apetito característico de los saiyajin, nadie dijo nada ni lo juzgo solo lo veían disfrutar de la comida, shin se sentía vivo y afortunado de ver encontrado a este hermoso niño.